martes, 7 de junio de 2011

Extremoduro: La Ley Innata


Empiezo este mes de junio con una nota musical.

El grupo de rock Extremoduro, liderado por Robe Iniesta, me pasó algo desapercibido en su época de mayor auge, a principios y mediados de los 90, ya que por aquel entonces yo estaba más interesado en el pop y rock venidos del Reino Unido y de los EEUU.

Pero, más vale tarde que nunca, acabo de descubrir recientemente su discografía y, sobre todo, esa obra maestra del rock en castellano llamada "La Ley Innata", un disco de 2008.

Me gustan mucho Extremoduro en sus primeros discos, con ese sonido tan punk y hard-rock, cercano por momentos a La Polla Records, y con letras muy elaboradas y pensadas, con un tono permanentemente macarra.

Pero “La Ley Innata” es un discazo como la copa de un pino y, me atrevería incluso a afirmar, una de las obras cumbres del rock en castellano. Este disco nos muestra a unos Extremoduro mucho más maduros, a un Robe Iniesta influenciado por el rock progresivo de grupos como Pink Floyd o King Crimson. Un album conceptual lleno de melodías que se alojan en tu cabeza de inmediato y se resisten a abandonarla, momentos tranquilos seguidos de otros más rabiosos y potentes, con el habitual enfoque inteligente en las letras.

Consta de tan solo seis temas. El primero, “Dulce Introducción al Caos” tiene toques de música clásica, cierto tono renacentista. Las guitarras son de una belleza cristalina, sumamente delicada, y la melodía nos seduce de inmediato. Un tema etéreo, onírico.

De ahí pasamos a “Primer Movimiento: el Sueño”, con unas guitarras de nuevo muy trabajadas y que suenan muy a Pink Floyd a mitad del tema. Es una canción algo más terrenal, más rockera.

El tercer tema, “Segundo Movimiento: lo de Fuera” es el más extenso del disco, moviéndose entre varias secciones y melodías, a cual más pegadiza y envolvente. La canción finaliza con unos bonitos y apasionantes toques de trompeta.

En “Tercer Movimiento: lo de Dentro” encontramos al Extremoduro más tópico, más punk, un tema rápido y rabioso, de guitarras afiladas.

Cuarto Movimiento: la Realidad” es un tema más tranquilo y reposado, donde se dan cita las guitarras y los arreglos orquestales para ofrecer un cálido oasis sonoro de calma.

Coda Flamenca: Otra Realidad” cierra el disco con, como su título indica, influencias flamencas reminiscentes de Triana, aquel legendario grupo que mezcló el rock progresivo con el flamenco en los años 70 y 80. Robe Iniesta canta una y otra vez: “el fuego del infierno ya es solo humo y ahora el fuego ya es solo humo, después de arder el fuego ya es solo humo, el infierno ya es solo humo”. Una preciosa canción, totalmente hipnótica.

En definitiva, un maravilloso album, que me tiene totalmente enganchado (creo que lo he escuchado unas 7 u 8 veces en 2 semanas) y que recomiendo encarecidamente.