viernes, 28 de mayo de 2010

¿El comienzo del fin para Zapatero?


Si Zapatero pensó en algún momento que con sacar a las tropas de Iraq (gesto que, en mi opinión, le honra, puesto que nunca antes había visto a ningún presidente del gobierno español cumplir una promesa electoral tan rápidamente, actuando así de acuerdo con la opinión mayoritaria del pueblo español), y con aprobar leyes sociales avanzadas (como la ley de matrimonios entre homosexuales o la ley contra la violencia de género) le bastaba para contar con el apoyo mayoritario y continuo del pueblo español, sin duda se habrá dado ya cuenta de su error, después de que ayer el paquete de medidas de reajuste fiscal que ideó su gobierno fuese aprobado por tan solo un voto de diferencia en el Congreso de los Diputados, y en medio de un gran descontento social.

No soy tan ingenuo para pensar que fueron Zapatero y su gobierno los que causaron la crisis económica. Pero si es cierto que la han gestionado mal, y reaccionaron tarde y mal: se pasaron mucho, demasiado, tiempo negando la evidencia y usando eufemismos ridículos como ‘desaceleración', para evitar hablar de crisis o de recesión.

Y por cierto, ayer vimos otro ejemplo de la hipocresía del Partido Popular, votando en contra de unas medidas que ellos mismos habían exigido al gobierno (y que si ellos estuviesen en el gobierno habrían también adoptado, aunque en una versión aun más dura), y todo esto sin proponer unas medidas alternativas.

Las medidas que ayer aprobó el Congreso por un solo voto van a hacer mucho daño en el bolsillo de muchos españoles, en ciudadanos de a pie, en funcionarios y pensionistas y en parejas jóvenes. Como ya he dicho en otras ocasiones, parece ser que la historia se repite y la crisis la vuelven a pagar los de siempre.

Los mercados fiscales, los mismos que causaron la crisis, son los que ahora exigen a los gobiernos un reajuste fiscal, una reducción drástica del gasto público y un recorte significativo del gasto social. El canal de noticias Euronews proponía una encuesta anoche con la siguiente pregunta: ¿es sostenible el estado del bienestar en los países europeos?

Parece ser que estamos sacrificando el estado del bienestar en el altar de los mercados financieros, para salvar a los bancos, y para salvar el euro. Sin embargo, muy pocos políticos y gobiernos parecen preguntarse si el crecimiento económico que la mayoría de los países occidentales disfrutaban hasta hace cosa de dos años era sostenible.

La crisis económica se ha producido porque el capitalismo fue llevado a su versión más extrema, más salvaje y más deshumanizada: el capitalismo de casino, de especuladores, de avariciosos que sólo desean multiplicar ‘ad infinitum’ sus beneficios, de multinacionales y mercados financieros con mínima intervención estatal, con regulación mínima. “El mercado” –nos decían- “se regula a sí mismo”.

El aumento constante de beneficios había reemplazado a la búsqueda del bienestar general, y sólo ha sido ahora, cuando la burbuja ha estallado, que nos hemos dado cuenta de ello.

No me gustan, para nada, las medidas que han tomado Zapatero y su gobierno. Y mucho me temo que Zapatero ha empezado ya a cavar su propia tumba política. Pero tampoco puedo evitar preguntarme qué margen de maniobra tiene Zapatero (qué margen de maniobra tiene hoy en día cualquier gobierno nacional) para adoptar otras medidas distintas, más justas. ¿Hasta qué punto tiene hoy en día cualquier gobierno de cualquier nación las manos atadas a la hora de decidir su rumbo en política económica?

Esto es algo que probablemente nunca lleguemos a saber.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Yo también soy marxista


Unas citas del genial Groucho Marx:

Jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio.

Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.

Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

¿A quien va usted a creer?, ¿a mi, o a sus propios ojos?

Nunca olvido una cara. Pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.

La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.

La inteligencia militar es una contradicción en los términos.

Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.

Debo confesar que nací a una edad muy temprana.

¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?

Partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cimas de la miseria.

Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.

Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, esta su esposa.

Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en mi favor.

¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta.

Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…

Perdonen que no me levante.
(Epitafio de Groucho)


En mi opinión, Groucho Marx debe haber sido una de las personas más ingeniosas y divertidas que han existido. Su humor absurdo, surrealista, inteligente, irreverente, irónico, veloz, siempre me hace reír.

Y las películas de los hermanos Marx son también muy, muy divertidas e ingeniosas. Todo el mundo debería ver, al menos una vez en la vida, ‘Una noche en la ópera’, ‘Un día en las carreras’ y ‘Sopa de ganso’, como mínimo.

Recuerdo que cuando era niño y adolescente, en los 80, TVE solía a veces programar ciclos de películas, y en más de una ocasión emitieron un ciclo de películas de los hermanos Marx, que disfruté de principio a fin. Qué pena que la mayoría de los canales de televisión ya no emitan estas películas, y que hoy en día sólo se puedan ver en DVD o en canales de pago.

Genial Groucho Marx.

lunes, 24 de mayo de 2010

Paul Weller: Wake Up the Nation


Paul Weller, el que fuera cantante y líder de The Jam y de The Style Council, ha sacado un nuevo disco, buenísimo, que promete estar entre los mejores de este 2010.

Me gustan mucho los dos grupos en los que estuvo Weller, aunque el sonido de ambos no podía ser más distinto: del punk-rock de The Jam al soul-pop ochentero de The Style Council. Pero si me tuviese que quedar con una etapa en la carrera musical de Paul Weller elegiría sin duda su etapa en solitario.

Por una razón: como he dicho, me gustan mucho, muchísimo, los dos grupos en los que estuvo Weller, pero la música de ambos grupos suena muy de su tiempo, muy enraizada en finales de los 70 y primeros 80 (The Jam), y ya con The Style Council con un sonido algo ochentero.

Pero su carrera en solitario tiene un sonido algo más ecléctico y atemporal, y está repleta también de grandes albums como ‘Wild Wood’, ‘Stanley Road’, '22 Dreams’, o este último, ‘Wake Up the Nation’. En su etapa en solitario Paul Weller aborda estilos musicales tan distintos y distantes como el pop-rock, el folk, el soul, el blues, la psicodelia sesentera, el free jazz, el funk, etc. y todo esto con algún guiño que otro al sonido punk-rock de sus inicios con The Jam.

Wake Up the Nation’ es buen ejemplo de esto: desde el rock stoniano de ‘Moonshine’, que abre el album, hasta el punk-rock de ‘Two Fat Ladies’ que lo cierra, pasando por la psicodelia de ‘Andromeda’, el funk a lo Curtis Mayfield de ‘Aim High’, la mini ópera-rock que es ‘Trees’ (con homenaje incluido a su padre, fallecido el año pasado), la incursión en la música disco (a lo Blondie) de ‘Up the Dosage’, y el noise-rock de ‘7 & 3 Is the Striker’s Name’. El eclecticismo del album es realmente sorprendente, y el album mantiene un nivel altísimo de principio a fin.

Entre sus muchas joyas están la canción que da título al album, una espléndida píldora de punk-rock; el pegadizo power pop de ‘Find the Torch, Burn the Plans’; el funk arrebatador de ‘Aim High’; la psicodelia beatleliana de ‘Andromeda’, el delicioso pastel de northern soul que es ‘No Tears to Cry’, y el punk enérgico de ‘Fast Car Slow Traffic’, con Bruce Foxton de The Jam al bajo.

Wake Up the Nation’ es un album que se resuelve en apenas 40 minutos, con tan sólo 4 canciones que pasan de los 3 minutos. Es un album lleno de energía, rápido, inmediato. Casi como una versión urbana de su disco anterior, ’22 Dreams’, también buenísimo, y que dentro también del eclecticismo tendía más hacia ritmos más lentos, con un ambiente y sonido algo más folk y bucólico.

En resumen, ‘Wake Up the Nation’ es otro punto alto en una gran carrera, la extensa carrera de Paul Weller, que sigue dando estupendos frutos. Un album que recomiendo encarecidamente.


Otras escuchas recomendadas:

The Sound of The Jam –The Jam

Gold –The Style Council

Wild Wood –Paul Weller

Stanley Road –Paul Weller

22 Dreams – Paul Weller

jueves, 20 de mayo de 2010

Por fin, una buena noticia

Noticias como esta le alegran a uno el día. Copio textualmente de El País:

Detenido en Francia el supuesto jefe de ETA

Las autoridades francesas y españolas arrestan en el sur de Francia a Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, 'número uno' de la banda terrorista, y a otras tres personas

Golpe a ETA en el sur de Francia. La Dirección Central de Información Interior de la Gendarmería, en colaboración con la Guardia Civil española y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), ha detenido hoy en la localidad francesa de Bayona al supuesto número uno de la banda terrorista ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata. En la operación han caído otros miembros de la organización terrorista, dos de ellos junto al máximo responsable apresado. Los tres iban armados.

Mañana se cumplirán dos años de la detención de otro número uno de ETA, Francisco Javier López Peña, alias Thierry, que ostentaba la jefatura militar y política de la banda. Desde 2000, más de una decena de máximos dirigentes de ETA han sido detenidos en distintas operaciones.


Más información aquí: http://www.elpais.com/articulo/espana/Detenido/Francia/supuesto/jefe/ETA/elpepuesp/20100520elpepunac_3/Tes

He leído un comentario jocoso esta mañana que me ha gustado mucho; decía que ETA se va pareciendo más y más al Real Madrid: ¡cada año necesitan un nuevo entrenador!

miércoles, 19 de mayo de 2010

Justicia a la española

Hay días en los que una imagen, en este caso un chiste gráfico, lo dice todo...



(la foto de de este entrada está tomada de http://www.elmundo.es/. Si existe algún problema para su reproducción, por favor hágamenlo saber y será retirada de inmediato)

martes, 18 de mayo de 2010

España, Irlanda, Gran Bretaña...

Esta es mi entrada número 100, y esperaba que fuese algo más alegre y optimista. Tenía pensado escribir sobre música, pero dejaremos eso para otro día, ya que estos días pasados se han sucedido varios acontecimientos muy importantes.

En España, el gobierno de Zapatero ha aprobado las llamadas medidas de reajuste, para combatir el déficit fiscal. Medidas que incluyen un 5% de recorte en el salario de los funcionarios y la desaparición del llamado cheque bebé de €2.500, entre otras. Medidas que han sido recibidas con gran descontento popular y la convocatoria de una huelga general.

Lo que me ha resultado más curioso de todo esto es leer en comentarios hechos por internautas en las páginas web de varios periódicos españoles cómo se ha abierto una división entre el sector público (los funcionarios) y el sector privado. Y si me resulta curioso es precisamente porqué aquí en Irlanda ha ocurrido exactamente lo mismo: desde hace ya casi 2 años, los principales medios de comunicación de Irlanda, azuzados por el gobierno, se han puesto morados de criticar a los funcionarios públicos, diciendo entre otras cosas que ganan (o mejor dicho, ganamos, puesto que yo también soy funcionario) mucho dinero y que no damos palo al agua. Se nos ha puesto como ejemplo una y otra vez el hecho de que se han perdido muchos puestos de trabajo en el sector privado, y se nos ha recordado constantemente que el nuestro es un puesto de trabajo fijo, de por vida, y que por eso tenemos que aceptar los recortes salariales sin rechistar.

Los recortes salariales de los funcionarios aquí en Irlanda han sido de aproximadamente un 15% en el último año y medio. Lo cual es, creo yo, una cantidad muy importante, sin lugar a dudas; sobre todo cuando los precios siguen estando bastante altos.

La campaña mediática contra los funcionarios ha dado como resultado un apoyo general de las medidas que ha tomado el gobierno, aplaudidas por trabajadores del sector privado y por parados. Como si la culpa de la crisis fuese de los funcionarios.

Para ser funcionario en Irlanda no hay que hacer oposiciones, como en España, sino un examen de aptitud general, de matemáticas básicas (¡si será fácil que hasta yo lo aprobé!) y de resolución de problemas y conflictos. Los puestos de funcionarios estaban ahí para todo aquel que los quisiera, hace 8, 10 ó 12 años. Pero lo que pasaba es que como los salarios estaban mucho mejor en el sector privado (se podía ganar el doble o el triple de lo que gana un funcionario), la mayoría los despreciaban y preferían dirigir sus pasos a la empresa privada. Recuerdo que cuando entré yo de funcionario, muchos amigos y conocidos me decían que era un mal trabajo, mal pagado, y que el hecho de que era un puesto fijo carecía de importancia. “Mejor en el sector privado”, decían, “ahí es donde está la pasta”.

Ahora que las cosas han cambiado, resulta que de la noche al día estas mismas personas dicen ahora que ser funcionario es un gran puesto, que es muy importante el hecho de que es un puesto fijo, y que no deberíamos quejarnos. Dicen que hay muchas personas que han perdido sus puestos de trabajo en el sector privado, lo cual es cierto, y que ya que los funcionarios tenemos un puesto fijo lo menos que se nos puede pedir es que aceptemos sin rechistar los recortes salariales. Como si nosotros no tuviésemos también familias a las que alimentar, como si no tuviésemos también hipotecas que pagar.

Desde luego, se le puede decir “misión cumplida” al gobierno irlandés: han conseguido dividir a la población entre funcionarios públicos y trabajadores del sector privado, mientras ellos, los políticos que dirigieron la economía de mala manera durante los años del boom y malgastaron gran cantidad del dinero del superávit fiscal de aquellos años, los banqueros que hicieron chanchullos a más no poder, y los especuladores, se van de rositas. Y esto es lo más importante del asunto: no el que el puesto de un funcionario sea fijo, sino el hecho de que muchas de aquellas personas que causaron la crisis, o al menos maldirigieron la economía, siguen en sus puestos de mando, con sus enormes salarios, dirigiendo el percal.

Y parece que la brecha se ha abierto también en España. Resulta curioso ver cómo muchos de los que antes apoyaban a Zapatero o sentían simpatía por él echan ahora sapos y culebras por la boca cuando oyen mencionar su nombre. Y también resulta muy curioso ver cómo Rajoy criticaba estas medidas, cuando todos sabemos que si estuviese él en el gobierno estas habrían sido aun mucho más duras.

Grecia, Irlanda, España... Todos los países se rinden ante los mercados financieros y aprueban medidas que harán mella en el grueso de sus poblaciones durante muchos años. Como he dicho en otras ocasiones, ahí tenemos a los de siempre pagando los platos rotos del festín que otros disfrutaron...

Y de España e Irlanda a Gran Bretaña... Ya hay gobierno en Gran Bretaña: una coalición entre los tories y los lib-dems, con David Cameron de Primer Ministro y Nick Clegg de Viceprimer Ministro. Les esperan también a los británicos medidas duras de reajuste fiscal, y –casi seguro con los tories en el gobierno- fuertes recortes sociales.

Resultará curioso ver cómo se las arreglan para gobernar juntos dos partidos políticos que tienen ideas muy distintas en asuntos tan importantes como la política social, la UE y la inmigración.

martes, 11 de mayo de 2010

El árbol


Voy a ponerme algo trascendente hoy, si me lo permitís (y si no me lo permitís, también, je, je, je).

Hace unos días, en una bonita y soleada pero fresca tarde de primavera, estaba contemplando desde la ventana de mi casa un árbol que hay unos cuantos metros detrás de la misma. Era el último momento del atardecer, justo antes de que el sol se oculte. La mitad de la copa del árbol estaba iluminada por el sol, con ese tono a medio camino entre el rojo y el amarillo en las hojas que dan los últimos rayos del sol del día, mientras que la otra mitad estaba ya a la sombra y las hojas mostraban su color verde. Me puse tan contemplativo, tan reflexivo, y me quedé tan quieto que, para ser sincero, ni se me ocurrió coger la cámara y hacer una foto.

Pasé uno o dos minutos contemplando el árbol: la belleza era tal que más que una imagen real parecía un cuadro, tan vivos eran los colores y los tonos de las hojas. Era uno de esos momentos –supongo que los tenemos todas las personas- que deseas que duren para siempre, que se detenga el paso del tiempo. Y era también uno de esos momentos –supongo que también los tenemos todas las personas- en los que uno siente que la vida es hermosa, que el mundo es un lugar increíble, que a veces todo merece la pena. Algo en tu interior, algo que no puedes explicar, te dice que la vida tiene sentido, que la vida es hermosa, que todo está bien...

En este mundo en el que vivimos tan deprisa, tan estresados, con tanto ajetreo y tanto ruido, nos falta muchas veces tiempo para simplemente quedarnos quietos, contemplar, pensar, reflexionar, y admirar la belleza que muchas veces tenemos frente a nuestros ojos y nos pasa desapercibida en el transcurrir de los días.

(P.D. Como he dicho, no le hice una foto al árbol, así que la que he puesto en esta entrada está tomada de Internet, de una web llamada www.guiadejardineria.com. Si existe algún problema para su reproducción en este blog, por favor hágamenlo saber y será retirada de inmediato).

lunes, 10 de mayo de 2010

El resultado en Gran Bretaña

Bueno, parece ser que me confundí, en parte, con mis predicciones sobre el resultado de las elecciones en Gran Bretaña. Pero es que también las propias encuestas se confundieron en parte.

La verdad es que, tal y como anunciaba la prensa británica el viernes, no ha habido ganadores en estas elecciones, sólo perdedores. El descalabro del Partido Laborista, aunque ha sido muy significativo, ha sido algo menor de lo que predecían las encuestas. Los Tories no han subido tanto como se esperaba y no han alcanzado la mayoría absoluta. Y los Demócratas-Liberales tampoco han subido tanto como predecían las encuestas: de hecho, aunque han subido en el número total de votos, han perdido 5 escaños. El resultado ha producido lo que los británicos denominan “hung parliament”, o sea, un parlamento sin mayoría absoluta, algo que no se había producido desde 1974.

La opción más probable a todas luces parece ser una coalición entre conservadores y liberales y, de hecho, las negociaciones entre ambos están ahora mismo en su punto álgido. Si fracasaran, entonces los laboristas intentarían negociar con los liberales, pero de un modo u otro, parece que las horas del impopular Gordon Brown en Downing Street están contadas.

Y es bastante posible que la coalición entre tories y liberales, de producirse, sea inestable y lleve a unas nuevas elecciones generales dentro incluso de unos meses.

El sistema electoral británico es sin duda muy peculiar. Baste este ejemplo: El Partido Demócrata-Liberal consigue 51 diputados con casi el 23% de votos; y los laboristas casi 250 con el 29% de votos.

De hecho, parece ser que el punto principal de la negociación entre conservadores y liberales es una propuesta de reforma electoral que estos últimos han puesto sobre la mesa.

En las próximas horas o días sabremos de qué color va a ser el próximo gobierno. Tiempo habrá entonces de analizar lo que esto supone para Gran Bretaña y para la Unión Europea.

jueves, 6 de mayo de 2010

Grecia y Gran Bretaña

Hoy voy a hacer dos apuntes en uno, para hablar sobre dos países europeos que se encuentran de actualidad estos días.

Hablemos primero de Grecia.

Lo primero que quiero hacer es condenar, sin excusa alguna, y lamentar la muerte ayer de 3 personas durante una manifestación en contra de los planes de austeridad del gobierno griego, muertes que al parecer fueron causadas por un cóctel molotov que uno de los manifestantes arrojó a una sede bancaria. Tengan o no tengan razón los manifestantes en sus reivindicaciones, el fin no justifica los medios, el uso de la violencia sólo engendra más violencia y descalifica por completo a quien recurre a ella.

Dicho esto, parece ser que el descontento social en Grecia es incontenible en estos momentos. La gente de la calle no entiende por qué su política económica viene dictada desde la UE, o mejor dicho, desde los centros financieros de poder de todo el mundo, sin ningún margen de maniobra, y por qué demonios tienen que ser siempre los mismos los que paguen los platos rotos en todas partes. Por supuesto que si un país, Grecia en este caso, tiene un déficit público gigantesco, esto debe ser corregido. Pero, ¿a costa de qué? O mejor dicho, ¿a costa de quién? Repito: ¿quién va a pagar los platos rotos? ¿Aquellas personas que han dirigido la política económica de tan mala manera, con tan lamentables decisiones políticas, que han conducido a este desastre? ¿Las mismas personas que nos decían una y otra vez que “el libre mercado es la democracia pura”, que “el mercado se regula solo” y otras lindezas por el estilo? Qué va, si ni siquiera saben entonar el ‘mea culpa’, si estas personas que antes predicaban la desregulación del mercado ahora dicen con todo el descaro del mundo que esto que ha pasado ya lo veían venir y que lo que el capitalismo necesita es más regulación y más intervención del Estado.

No, qué va. No es sólo que no vayan a pagar ellos los platos rotos, es que ni siquiera van a pagar la mayor parte tampoco. La mayor parte se les va a cobrar a los mismos de siempre, a los trabajadores de a pie, al ciudadano normal y corriente, en forma de recortes salariales y recortes sociales, en sanidad, educación, etc... Esto es lo que ha cabreado a los ciudadanos griegos, esto es lo que nos debería cabrear a todos los ciudadanos europeos.

Y no sólo esto: sino que las mismas personas que han causado este desastre son las que siguen ahora dirigiendo la política económica para solucionar los problemas con que nos encontramos y salir del atolladero, con recetas que ya se han probado fallidas en el pasado. Recetas que como primer efecto van a ensanchar aún más las diferencias entre ricos y pobres.

Esta es una crisis que nace de la esencia misma del capitalismo: la desregulación y la especulación. Los trabajadores tenemos que pagar una crisis causada por la avaricia sin límites de especuladores e inversores, deseosos de que un país quiebre para así poder hacer negocio con su deuda. Y mientras tanto, aprovechan para llevar a cabo reajustes de plantilla. Para así seguir teniendo los mismos beneficios que tenían durante los años del boom económico. Y los gobiernos responden recortando el gasto social, retrasando la edad de jubilación, flexibilizando aún más el mercado laboral, etc.

Claro, habrá quien me llame “comunista”, o “bolchevique”, o incluso “estalinista” por decir todo esto, y lo que es seguro es que me llamarán “iluso”. Pero vamos a ver: ¿no es más iluso el pretender que los problemas de la economía mundial los van a resolver las mismas personas que los causaron, aplicando las mismas recetas de siempre?

Si algo ha probado esta crisis es que el capitalismo, tal y como lo entendíamos hasta ahora, ha fallado como sistema, y esto es porque se ha entendido como un medio para el enriquecimiento de unos cuantos a costa de la sociedad, en vez de para el bienestar general. Es necesario replantearse las estructuras y relaciones económicas, partiendo de cero, poniendo al ciudadano como centro del universo económico y social. Pero claro, esto requiere mucho trabajo, mucho esfuerzo, y no es tarea de un día. Y sobre todo requiere disposición, y admisión de culpa por los errores del pasado, y por los del presente.

Hablemos ahora de Gran Bretaña, cuyo futuro se dirime hoy en las urnas, en unas elecciones generales que se presentan muy reñidas.

Según apuntan las encuestas, parece ser que ningún partido va a obtener la mayoría absoluta, por lo que la posición de los terceros en discordia, el partido de los Demócratas Liberales, se presenta como clave en este proceso. Los Demócratas Liberales, que tradicionalmente se situaban en una posición centrista entre los laboristas y los conservadores, han virado algo a la izquierda en los últimos años. Tanto es así que en muchas cuestiones se sitúan a la izquierda del Partido Laborista, sobre todo desde que, de la mano de Tony Blair, este partido dio un cierto giro centrista –o incluso derechista- a su política, con aquel invento de la Tercera Vía, que no resultó ser sino un cambio de rumbo hacia posiciones más conservadoras.

Por ejemplo, los demócratas-liberales se opusieron a la Guerra de Iraq, y mantienen una posición más progresista con respecto a la inmigración. Son también unos europeístas convencidos.

Personalmente, creo que es positivo que un tercer partido venga a romper el bipartidismo tradicional de la política británica. Sería bueno que pasara lo mismo en España, aunque creo que aquí, por el contrario, el bipartidismo se acentúa cada vez más.

El crecimiento del Partido Demócrata-Liberal se debe también en gran parte al hecho de que la gente está cansada de los políticos y partidos tradicionales, sobre todo en esta época de crisis, y sobre todo también debido a los gastos públicos excesivos que muchos parlamentarios hicieron para su beneficio privado, y que salieron a la luz hace unos meses: desde aquellos que usaban el dinero para instalar una piscina en su casa hasta el que alquilaba películas porno, todo ello con el dinero del contribuyente.

El Partido Laborista parece haber dilapidado la mayor parte de los apoyos, con los que llegaron al poder en 1997. No es de extrañar, puesto que Blair dio un viraje significativo hacia posiciones conservadoras, alabó a la Thatcher en varios discursos, y se convirtió en el perrito faldero de Bush cuando decidieron invadir Iraq.

Y Brown, que por lo que dicen todos aquellos que le conocen es una persona de una inteligencia y cultura vastísimas, tiene poquísimo carisma: no es un buen orador, no consigue convencer y arrastrar a las masas.

Lo que parece claro es que si los Tories llegan al poder comenzarán a aplicar políticas económicas y sociales thatcheristas, de triste recuerdo para muchos británicos. Más aun cuando de lo que se trata es de recortar el gasto público para reducir el déficit: como decía anteriormente, que paguen los de siempre. Además, Gran Bretaña se distanciaría más aún de Europa, de la Unión Europea.

En fin, veremos qué depara el resultado de las elecciones. Volveré sobre ello dentro de unos días.

martes, 4 de mayo de 2010

Mejor que se queden en casa

Decía hace unos días el prestigioso científico y astrofísico británico Stephen Hawking que es casi seguro que los extraterrestres existen pero aconsejaba a los humanos evitar el contacto con ellos:

El científico británico y astrofísico Stephen Hawking ha declarado en una serie televisiva para el canal Discovery que los extraterrestres "casi seguramente existen" aunque aconseja que los humanos eviten mantener el contacto con ellos.

El experto dijo que era "perfectamente racional" asumir vida inteligente en otros lugares, aunque advirtió de que los aliens posiblemente harían incursión en la Tierra para proveerse de recursos y luego se irían.

Yo creo que, además de aconsejar a los humanos que eviten el contacto con los extraterrestres, el Sr. Hawking haría bien en aconsejar también a los extraterrestres que no vengan, que se queden en su planeta.

Porque es que si algún día se les ocurre venir a la Tierra se mueren del susto.

Lo primero que les sorprendería es que, en pleno siglo XXI, seguimos permitiendo que una gran parte de los habitantes del planeta vivan en la más absoluta pobreza y mueran de hambre.

No creo que tampoco les guste demasiado lo que estamos haciendo con el planeta y con el medio ambiente: cómo los terrícolas nos creemos dueños y señores de este planeta y hacemos con él lo que nos viene en gana, y cómo parecemos tener un deseo irresistible de cargarnos toda vida animal y vegetal sobre la faz de la Tierra.

Creo también que se sorprenderán de que, después de unos años de boom económico en el llamado mundo occidental, boom que muchos creían infinito, ahora estamos sumergidos en una crisis económica sin precedentes, y se extrañarán de ver cómo las crisis las pagan siempre los mismos, en todos los países, aquellos que no la causaron, aquellos que hacen esfuerzos casi sobrenaturales para llegar a duras penas a fin de mes, mientras otros –también los de siempre- siguen dándose la gran vida, como si siguiesen en medio del boom, mientras nos aconsejan –nos dictan- que nos apretemos los cinturones.

Si por casualidad recalaran por España, seguro que se llevarían las manos a la cabeza al comprobar cómo, más de 30 años después de una dictadura que duró casi 40 años, está prácticamente prohibido investigar los crímenes de esa dictadura y si alguien quiere saber dónde están enterrados sus familiares, víctimas de la misma, se les acusa de revanchismo y de querer desenterrar el hacha de guerra.

También les resultaría curioso ver cómo la vida política española se ha convertido en un agrio ir y venir de insultos y descalificaciones, y en un nido donde habita cómodamente la corrupción.

Tanto en España como en Irlanda les resultará chocante ver cómo nuevas urbanizaciones construidas poco antes del inicio de la crisis se han quedado completamente vacías, sin comprador alguno. Y les resultará aún más chocante ver hasta qué punto el boom económico de estos dos países estaba basado en la política de ladrillo.

Claro que siempre existe la posibilidad de que en su planeta las cosas estén aún peor. Pero, como decían Los Panchos, lo dudo.

Por eso, mejor les vendría quedarse en su planeta. Además, si vienen a la Tierra enseguida saldrán los imbéciles de turno acusándoles de no tener papeles y de querer robar “nuestros” puestos de trabajo.