jueves, 6 de mayo de 2010

Grecia y Gran Bretaña

Hoy voy a hacer dos apuntes en uno, para hablar sobre dos países europeos que se encuentran de actualidad estos días.

Hablemos primero de Grecia.

Lo primero que quiero hacer es condenar, sin excusa alguna, y lamentar la muerte ayer de 3 personas durante una manifestación en contra de los planes de austeridad del gobierno griego, muertes que al parecer fueron causadas por un cóctel molotov que uno de los manifestantes arrojó a una sede bancaria. Tengan o no tengan razón los manifestantes en sus reivindicaciones, el fin no justifica los medios, el uso de la violencia sólo engendra más violencia y descalifica por completo a quien recurre a ella.

Dicho esto, parece ser que el descontento social en Grecia es incontenible en estos momentos. La gente de la calle no entiende por qué su política económica viene dictada desde la UE, o mejor dicho, desde los centros financieros de poder de todo el mundo, sin ningún margen de maniobra, y por qué demonios tienen que ser siempre los mismos los que paguen los platos rotos en todas partes. Por supuesto que si un país, Grecia en este caso, tiene un déficit público gigantesco, esto debe ser corregido. Pero, ¿a costa de qué? O mejor dicho, ¿a costa de quién? Repito: ¿quién va a pagar los platos rotos? ¿Aquellas personas que han dirigido la política económica de tan mala manera, con tan lamentables decisiones políticas, que han conducido a este desastre? ¿Las mismas personas que nos decían una y otra vez que “el libre mercado es la democracia pura”, que “el mercado se regula solo” y otras lindezas por el estilo? Qué va, si ni siquiera saben entonar el ‘mea culpa’, si estas personas que antes predicaban la desregulación del mercado ahora dicen con todo el descaro del mundo que esto que ha pasado ya lo veían venir y que lo que el capitalismo necesita es más regulación y más intervención del Estado.

No, qué va. No es sólo que no vayan a pagar ellos los platos rotos, es que ni siquiera van a pagar la mayor parte tampoco. La mayor parte se les va a cobrar a los mismos de siempre, a los trabajadores de a pie, al ciudadano normal y corriente, en forma de recortes salariales y recortes sociales, en sanidad, educación, etc... Esto es lo que ha cabreado a los ciudadanos griegos, esto es lo que nos debería cabrear a todos los ciudadanos europeos.

Y no sólo esto: sino que las mismas personas que han causado este desastre son las que siguen ahora dirigiendo la política económica para solucionar los problemas con que nos encontramos y salir del atolladero, con recetas que ya se han probado fallidas en el pasado. Recetas que como primer efecto van a ensanchar aún más las diferencias entre ricos y pobres.

Esta es una crisis que nace de la esencia misma del capitalismo: la desregulación y la especulación. Los trabajadores tenemos que pagar una crisis causada por la avaricia sin límites de especuladores e inversores, deseosos de que un país quiebre para así poder hacer negocio con su deuda. Y mientras tanto, aprovechan para llevar a cabo reajustes de plantilla. Para así seguir teniendo los mismos beneficios que tenían durante los años del boom económico. Y los gobiernos responden recortando el gasto social, retrasando la edad de jubilación, flexibilizando aún más el mercado laboral, etc.

Claro, habrá quien me llame “comunista”, o “bolchevique”, o incluso “estalinista” por decir todo esto, y lo que es seguro es que me llamarán “iluso”. Pero vamos a ver: ¿no es más iluso el pretender que los problemas de la economía mundial los van a resolver las mismas personas que los causaron, aplicando las mismas recetas de siempre?

Si algo ha probado esta crisis es que el capitalismo, tal y como lo entendíamos hasta ahora, ha fallado como sistema, y esto es porque se ha entendido como un medio para el enriquecimiento de unos cuantos a costa de la sociedad, en vez de para el bienestar general. Es necesario replantearse las estructuras y relaciones económicas, partiendo de cero, poniendo al ciudadano como centro del universo económico y social. Pero claro, esto requiere mucho trabajo, mucho esfuerzo, y no es tarea de un día. Y sobre todo requiere disposición, y admisión de culpa por los errores del pasado, y por los del presente.

Hablemos ahora de Gran Bretaña, cuyo futuro se dirime hoy en las urnas, en unas elecciones generales que se presentan muy reñidas.

Según apuntan las encuestas, parece ser que ningún partido va a obtener la mayoría absoluta, por lo que la posición de los terceros en discordia, el partido de los Demócratas Liberales, se presenta como clave en este proceso. Los Demócratas Liberales, que tradicionalmente se situaban en una posición centrista entre los laboristas y los conservadores, han virado algo a la izquierda en los últimos años. Tanto es así que en muchas cuestiones se sitúan a la izquierda del Partido Laborista, sobre todo desde que, de la mano de Tony Blair, este partido dio un cierto giro centrista –o incluso derechista- a su política, con aquel invento de la Tercera Vía, que no resultó ser sino un cambio de rumbo hacia posiciones más conservadoras.

Por ejemplo, los demócratas-liberales se opusieron a la Guerra de Iraq, y mantienen una posición más progresista con respecto a la inmigración. Son también unos europeístas convencidos.

Personalmente, creo que es positivo que un tercer partido venga a romper el bipartidismo tradicional de la política británica. Sería bueno que pasara lo mismo en España, aunque creo que aquí, por el contrario, el bipartidismo se acentúa cada vez más.

El crecimiento del Partido Demócrata-Liberal se debe también en gran parte al hecho de que la gente está cansada de los políticos y partidos tradicionales, sobre todo en esta época de crisis, y sobre todo también debido a los gastos públicos excesivos que muchos parlamentarios hicieron para su beneficio privado, y que salieron a la luz hace unos meses: desde aquellos que usaban el dinero para instalar una piscina en su casa hasta el que alquilaba películas porno, todo ello con el dinero del contribuyente.

El Partido Laborista parece haber dilapidado la mayor parte de los apoyos, con los que llegaron al poder en 1997. No es de extrañar, puesto que Blair dio un viraje significativo hacia posiciones conservadoras, alabó a la Thatcher en varios discursos, y se convirtió en el perrito faldero de Bush cuando decidieron invadir Iraq.

Y Brown, que por lo que dicen todos aquellos que le conocen es una persona de una inteligencia y cultura vastísimas, tiene poquísimo carisma: no es un buen orador, no consigue convencer y arrastrar a las masas.

Lo que parece claro es que si los Tories llegan al poder comenzarán a aplicar políticas económicas y sociales thatcheristas, de triste recuerdo para muchos británicos. Más aun cuando de lo que se trata es de recortar el gasto público para reducir el déficit: como decía anteriormente, que paguen los de siempre. Además, Gran Bretaña se distanciaría más aún de Europa, de la Unión Europea.

En fin, veremos qué depara el resultado de las elecciones. Volveré sobre ello dentro de unos días.

4 comentarios:

  1. Esta noche he vista la entrevista que le ha hecho Iñaki Gabilondo al ex-presidente Felipe González en CNN+.
    En ella, el ex-estadista mostraba su honda preocupación de todo lo que está pasando, y lo califica de muy grave y desconcertante.
    Grave y desconcertante porque los "los mercados", los tiburones y especuladores financieros, son los que tienen el poder por encima de los gobiernos, y éstos tienen poca capacidad de maniobra y si osan enfrentarse a ellos, éstos los tiene ya en el punto de mira como le está pasando a Obama.
    González también apunta a lo que tú y cualquier persona con sentido común dice: el poder financiero se está saneando con dinero público del contribuyente y siguen actuando cometiendo numerosos excesos y sin ningún tipo de regulación. En su opinión, actualmente se está gestando la próxima crisis financiera.
    No soy ningún revolucionario pero creo que hacía falta una revolución que no llegará; un poco antes estuve en el bar tomando un par de cañas y lo que a la gente le preocupa es quien va a ganar la liga. Surrealista.
    En Gran Bretaña ha ganado el partido conservador, algo normal, porque para quien votase por el partido laborista que haga políticas de derechas, para eso siempre es mejor el original que la copia. En España estamos de camino hacia ello.

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  2. Todos hemos caido en el juego de la especulaci´´on y del dinero f´´acil. La banca ha socializado las perdidas y ha privatizado el beneficio.
    Esta ´´ultima oraci´´on engloba lo lo que sucede actualmente.

    Los conservadores ganaron, pero ahora deberan pactar....Los Liberales son la llave y lo saben.

    Saludos Mr Mustard

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  3. Gracias por los comentarios.

    RUNAWAY: Tiene razón Felipe González en lo que dice, pero no debemos olvidar que él también fue más o menos una marioneta en manos de las grandes instituciones financieras cuando fue presidente del gobierno, y aplicó una política económica neoliberal.

    MANUEL: En efecto, parece que en Gran Bretaña van hacia un gobierno conservador-liberal de coalición. Veremos qué pasa.

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  4. Pues nada, que en España las cosas se están poniendo difíciles pero no se ataja con los de arriba, sino con los paganos de abajo, como siempre.
    Un abrazo.

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