miércoles, 3 de agosto de 2011

20-N, elecciones generales

Hemos cerrado el curso político con la decisión de Zapatero de adelantar las elecciones generales al 20 de noviembre, en contraste con su opinión, repetida una y mil veces, de que era mejor agotar la legislatura para transmitir calma y certidumbre.

Bueno, la primera consecuencia de este adelanto electoral es sin duda positiva: ya no tendremos que aguantar más al pelma de Rajoy, o a la pelma de la lideresa, o a cualquier otro pelma de ese partido, pidiendo elecciones anticipadas.

No creo que haya nadie que pueda negar que esta segunda legislatura de Zapatero ha sido bastante desastrosa, dominada por la crisis y el desempleo (en el cual vamos a la cabeza de Europa). Es una pena, porque opino que su primera legislatura fue bastante prometedora y positiva, sobre todo en lo que se refiere a avances sociales. Todo lo que tuvo aquella primera legislatura de positivo y esperanzador se ha transformado en esta segunda en negativo y frustrante.

Ahora bien, tan estúpido es echar toda la culpa de la crisis a Zapatero como pretender que no tiene ninguna culpa. La crisis se fraguó mucho antes de la llegada de Zapatero al poder, por aquellos gobiernos del señor Aznar (al que muchos consideran el mejor presidente de la historia de España, ¡increíble!), que produjeron lo que entonces se llamó el milagro económico, y que luego se descubrió como lo que en realidad era, es decir, un boom ficticio basado en el sector de la construcción y en la especulación. Cierto es que Zapatero practicó una política económica continuista, y que además insistió en negar repetidamente la existencia de la crisis hasta que esta se hizo más que evidente. Y posteriormente aprobó el plan de recortes sociales más drástico desde la llegada de la democracia. Su imagen de político honesto, distinto a los demás, al que los simpatizantes gritaban “Zapatero, no nos falles” en medio de la celebración de la primera victoria electoral se ha transformado en la de un político plegado a los dictados del capital y de los mercados financieros, asintiendo a todo lo que dicen Angela Merkel, Nicolás Sarkozy o Barack Obama. Aquel hombre que recién elegido Presidente del Gobierno ordenó la salida de las tropas de Iraq ha acabado llevando a cabo el mayor recorte social de la historia de la democracia.

Dudo mucho que Rubalcaba pueda cambiar el rumbo de estas elecciones y derrotar al Partido Popular. Nunca lo había tenido Rajoy tan fácil: poco tiene y ha tenido que hacer, ni siquiera explicar su programa de gobierno o sus propuestas (si es que tiene programa o propuestas), tan sólo esperar a que Zapatero y su gobierno cayeran por su propio peso. Aquellos que creen que la culpa de la crisis es toda de Zapatero y que Rajoy va a sacar a España de la crisis y a corregir las medidas que ha tomado Zapatero, que se vayan preparando. Pobres ilusos.

Tengo esperanzas de que el movimiento 15-M consiga tal vez organizarse en algún tipo de propuesta electoral, para que así todos aquellos que estamos indignados con esta forma de hacer política tengamos a quien votar, y no tengamos que resignarnos con la abstención o el voto en blanco.

Esperemos que así sea. Ya veremos. Seguiremos atentos.

1 comentario:

  1. Lo que pienso de todo esto es que al final sean de izquierda o de derecha son todos iguales...No hay diferencia de ningún tipo...Aunque las elecciones sean en septiembre.

    Saludos

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