lunes, 7 de marzo de 2011

Downfall


El otro día volví a ver la película alemana “Downfall”, de 2004, que creó se tradujo al castellano como “El hundimiento”, y en la que Bruno Ganz interpreta a Adolf Hitler de manera magistral.

La película se centra en los últimos días de Hitler en su búnker de Berlín, cuando las tropas rusas se acercaban ya a la capital del Tercer Reich, y nos muestra a Hitler como un ser humano complejo, compasivo e incluso cordial con su secretaria y su círculo personal, a la vez que cruel, demente y psicópata, hasta el punto de estar totalmente confundido y engañado sobre la capacidad del ejército alemán para recuperarse y contraatacar.

Creo que lo que una de las cosas más relevantes que nos muestra esta película es que Hitler no era en realidad un monstruo, como solemos referirnos a él con frecuencia, sino un ser humano, que, bajo un cóctel perfecto de circunstancias políticas, históricas y sociológicas, arrastró a toda una nación a un estado de locura y maldad sin igual. Solemos llamarlo monstruo para intentar de algún modo explicar lo inexplicable, cómo un ser humano pudo ser capaz de cometer tales atrocidades. Pero Hitler era, al fin y al cabo, un ser humano.

Y eso es lo verdaderamente terrorífico de todo esto, y lo verdaderamente terrorífico de Adolf Hitler: el hecho de que era un ser humano.

Añade a una crisis económica galopante el resentimiento alemán por la derrota en la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias, y también un bien cultivado odio hacia otras razas que servirían de chivos expiatorios, y ¿qué tenemos de resultado? Una locura y odio colectivos que llevaron al mundo a presenciar un episodio histórico incomparable por su horror y maldad sin igual.

Y quizás la moraleja de la Historia sea esta: que conviene recordar y comprender bien el pasado para no volver a repetirlo, para no volver a caer en los mismos errores. Dados los ingredientes apropiados, NUNCA podremos descartar que un nuevo Hitler vuelva a aparecer entre nosotros y llevar a cabo las mismas atrocidades.

4 comentarios:

  1. A pesar de que sufro mucho viendo (o leyendo en caso de libros) este tipo de documentales o películas tan duras (acabo siempre con un desgarre de dolor en el pecho y llorando) tengo en casa mi colección particular: La Lista de Shirldrer, El último tren de Autchwitz, El Pianista...El Hundimiendo creo que la ví porque la alguilé en el VideoClub, pero ahora no lo recuerdo bien.

    Hitler fue un monstruo. Pero también humano. Era capaz dar lo mejor de sí mismo: amaba la naturaleza, trataba bien a los animales, llevaba una vida sana y saludable, era incluso amable y tierno con algunas personas...pero también fue capaz de lo peor, como evidentemente quedó demostrado. Y precisamente por eso es por lo que me desconcierta y me aterra: que TODOS, icluido tú y yo, como humanos podermos dar lo mejor de nosotros mismos, pero también si determinadas circuscantias se coinciden, pueden convertirnos en monstruos. El peligro siempre está presente y la barbarie puede repetirse, de hecho suceden atrocidades a diario.

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  2. Todos como humanos tenemos errores. Y los errores se tienen que pagar.
    Los de Hitler le llevaron no solo a él sino a todo un país a la locura de la guerra y la dominación del mundo.

    Hitler es un tipo de psicopatía que se sigue estudiando en las escuelas de Psiquiatría. Paso pos encima de cualquiera para obtener sus metas

    Saludos

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  3. Es que los humanos, por ser himanos, tenemos la inquietante capacidad de ser crueles, mezquinos y terribles. Cualquier monstruosidad es capaz de hacerla cualquiera. Sólo hay que tener un poco de empatía por el resto para ponerle freno. Y aún ni eso. La conciencia bien enseñada es lo que nos para....A veces.
    Cualquier monstruo de la historia tendría su corazoncito humano.

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  4. Gracias por los comentarios.

    RUNAWAY: Precisamente eso es lo que intentaba decir en esta entrada, que cualquiera de nosotros, como seres humanos que somos, somos capaces de lo peor y de cometer auténticas atrocidades y barbaridades.

    MANUEL: Es muy interesante eso que dices sobre Hitler y la psicopatía, y el hecho de que se estudie su caso en las escuelas de Psiquiatría.

    JULI GAN: Muy cierto todo lo que dices. La verdad es que aterra pensar de qué extremos somos capaces.

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