Sin malos humos

Para empezar, os deseo a tod@s un feliz 2011.

Un 2011 sin malos humos. Me alegra mucho la nueva ley antitabaco, y ya era hora de que llegara. Esta es la ley que se debería haber aprobado hace unos años, en vez de la chapuza que elaboró el gobierno de Rodríguez Zapatero. Zapatero, como suele hacer siempre, intentó contentar a todo el mundo, a fumadores y a no fumadores, y a propietarios de cafeterías, restaurantes, bares y hoteles, y acabó no contentando a casi nadie.

Ya estaba hasta los mismísimos de que, cada vez que voy a mi tierra natal con mi mujer y mis dos hijos, no pudiera entrar en prácticamente ninguna cafetería ni ningún restaurante debido a que el ambiente es irrespirable por el humo de los fumadores. No me gustan mucho las prohibiciones y creo que cuantas menos prohibiciones, mejor, pero ya iba siendo hora de que se antepusieran los derechos (y la salud) de aquellos que no fuman, o fumadores pasivos, a los de los fumadores.

Comparar esta ley con el Holocausto, u otras exageraciones por el estilo, como han hecho algunos, me parece un insulto a la inteligencia y al sentido común.

Aunque, eso sí, admito también que hipocresía no les falta a nuestros gobernantes, cuando dicen hacer estas leyes para proteger la salud de las personas a la vez que recaudan una gran cantidad de impuestos gracias a la venta de tabaco. Pero en fin, estoy de acuerdo con la ley.