jueves, 19 de mayo de 2011

Descontento popular


Es fácil, demasiado fácil, descalificar a las personas que se encuentran protestando y demostrando su descontento social estos días en la Puerta del Sol de Madrid, y en otros lugares, llamándoles “hippies”, “utópicos” o “idealistas”. Como si ser hippie, utópico o idealista fuese algo malo.

Resuelta también demasiado fácil decir que sus ideas y propuestas carecen de concreción, que son demasiad ambiguas y hasta variopintas.

Pero debo decir que apoyo esta protesta, porque en general las propuestas y revueltas populares pacíficas merecen no sólo mi respeto sino también mi apoyo.

Lo que está pasando estos días en la Puerta del Sol es una muestra clara de hasta dónde ha llegado el descontento social de la gente, el hastío con la gran mayoría de la clase política, cada vez más alejada de los ciudadanos y de sus problemas reales, diarios.

Cualquier persona podría elaborar una lista interminable de asuntos que muchos consideramos inaguantables, aberrantes, como por ejemplo: la actual crisis económica y la forma en que los gobiernos la están afrontando, haciendo que sean los mismos de siempre los que paguen los platos rotos; la falta de oportunidades para la juventud actual; el déficit democrático que suponen las listas cerradas, sobre todo en las elecciones autonómicas y municipales; el distanciamiento, cada vez mayor, entre políticos y ciudadanos de a pie; la corrupción; el cambio climático; las abominables guerras e invasiones que se suceden en muchos lugares del mundo con la única finalidad de proteger y defender los intereses de ciertas potencias mundiales; la supresión de derechos civiles, al peor estilo 1984, con la excusa del terrorismo; el aumento del racismo y la xenofobia en Europa, unido al ascenso de los partidos de ultraderecha y a la cada vez mayor radicalización de los partidos conservadores en estos asuntos con el fin de arañar votos... Probablemente podría seguir ad infinitum, pero bueno, dejémoslo estar porque me hierve la sangre...

Creo que ya va siendo hora de que la gente muestre su cabreo, de que diga “hasta aquí hemos llegado”, que proteste, que alce su voz, que muestre y demuestre que hay otra manera distinta de hacer las cosas.

Debo decir también que me preocupan dos cosas en relación con todo este asunto.

La primera es que todo esto acabe como empezó, sin que se haya conseguido ninguna de las reivindicaciones y sin que esta protesta se convierta definitivamente en un motor necesario de cambio.

La segunda es que no puedo evitar pensar que estas protestas normalmente favorecen, de manera indirecta, al PP: la alta abstención y el voto a partidos muy minoritarios, causados por el descontento con el gobierno del PSOE y con la situación actual, suelen acabar favoreciendo a la derecha.

En fin, seguiremos atentos a ver qué ocurre.

http://blogs.publico.es/buzondevoz/622/un-respeto-a-la-indignacion/

http://blogs.publico.es/asuntosycuestiones/421/las-termitas/

http://blogs.publico.es/altermundista/464/consignas-de-la-spanish-revolution/

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/18/cultura/1305715696.html

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