miércoles, 2 de diciembre de 2009

Contradicciones e hipocresía

Seguimos a vueltas con el asunto del referéndum sobre los minaretes en Suiza. Grupos de extrema derecha en Gran Bretaña, Francia e Italia, entre otros países, han aplaudido el resultado de dicho referéndum y han pedido que también se prohíba la construcción de minaretes en sus respectivos países; aunque, claro está, no se quedan ahí, sino que piden que se prohíba también la construcción de mezquitas, el uso del velo en lugares públicos, que se restrinja la práctica de la religión islámica, que se pongan cada vez más restricciones a la entrada de inmigrantes (¡como si hubiese pocas ya!) y que se aplique más mano dura con los inmigrantes, sobre todo con los musulmanes.

Esto se veía venir. También leyendo los comentarios dejados por internautas en las páginas web de periódicos españoles se puede ver que la gran mayoría de ellos celebran el resultado del referéndum y hacen uso de las consabidas frases e ideas sobre una “invasión musulmana”, la “imposición del Islam” y otras perlas… Sé que incluso algunos conocidos míos estarán de acuerdo con todas estas ideas, tan generalizados están los prejuicios y la manipulación mediática hacia los musulmanes.

Pues bueno, me dispongo aquí, de nuevo, a intentar refutar algunos de esos argumentos:

-La idea más repetida es que, como en la mayoría de los países musulmanes imponen a las mujeres –aunque sean extranjeras- llevar el velo y prohíben la construcción de templos de otras religiones, aquí deberíamos hacer lo mismo, es decir: prohibir el uso del velo en lugares públicos y prohibir la construcción de mezquitas. Pero, ¿qué es eso de practicar lo que criticamos? Si criticamos la imposición en los países musulmanes, ¿cómo podemos defender la imposición en nuestros países? ¿Desde cuándo una imposición se combate con más imposiciones? Un país que se dice democrático no puede reprimir a nadie con la excusa de que el país de origen de estas personas es represor.

-Algunas personas que defienden la implantación de un estado laico defienden la prohibición de construir minaretes o mezquitas como un primer paso –dicen- hacia ese estado laico. “¡Y que prohíban también la construcción de iglesias!”, dicen. Pero vamos a ver: una cosa es un deseable estado laico y otra obligar a que los ciudadanos lo sean. Lo deseable, creo yo, es un estado laico que permita por igual la práctica de todas las religiones de la misma manera que el derecho a no profesar ninguna religión, a ser ateo o agnóstico.

-La mayoría de las personas y grupos de ultraderecha que aplauden la decisión del referéndum suizo y defienden la prohibición de construir minaretes o mezquitas defienden también más controles, y más restrictivos, sobre los inmigrantes y la inmigración. Y hablan de invasión islámica, de que pronto nos impondrán esto o lo otro, y otras letanías de costumbre. Estas personas se olvidan, consciente o inconscientemente, de que la historia de la humanidad es, desde el mismo inicio de los tiempos, la historia de los movimientos migratorios. ¿O acaso los íberos y los celtas nacimos por generación espontánea en un macetero en medio de la Cibeles? ¿Acaso los anglosajones nacieron por generación espontánea en medio de Trafalgar Square? ¿Acaso los estadounidenses nacieron también por generación espontánea en una calle de Manhattan?

-Los más extremistas piden que se expulse a los inmigrantes, o que se expulse a los inmigrantes musulmanes, que se les envíe de vuelta a sus países de origen, u otras lindezas por el estilo. Pero es curioso ver cómo esto vale para algunos inmigrantes pero no para otros: ¿por qué nadie reclama la vuelta de los millones de españoles repartidos por todos los rincones del mundo y que se fueron de España antes de la llegada masiva de inmigrantes?

-Y también generalizan y dan rienda suelta a sus prejuicios, diciendo que todos los (insértese aquí la palabra que se prefiera: musulmanes, marroquíes, argelinos, colombianos, ecuatorianos, etc.) son ladrones, terroristas, extremistas, etc. Pero, puestos a buscar fechorías, podríamos hablar de las que cometimos los españoles en Centroamérica y Sudamérica, donde saqueamos y pasamos a cuchillo a quien nos vino en gana, todo ello en nombre de Dios. O de las que cometieron los ingleses en el país en el que vivo, Irlanda, o en muchos otros rincones del mundo.

P.D. Por cierto, querría haber hablado hoy también sobre el asunto de la saharaui Aminetu Haidar, pero creo que este artículo lo resume bastante bien: http://www.elpais.com/articulo/espana/Aminetu/asiento/Rosa/Parks/elpepuesp/20091202elpepinac_4/Tes

5 comentarios:

  1. Muy interesante tu blog, me hace cambiar de postura acerca del asunto de los minaretes. Muchas gracias

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  2. Es un tema muy peligroso que revolotea por el aire y nos lo tragamos sin darnos cuenta. Y lo malo es que a la gente sin motivaciones política extremistas tampoco les parece mala idea. Mi familia política es inmigrante. Los padres son andaluces venidos a Catalunya allá por los 50. Saben lo que es ser inmigrante y que se les rechace por no ser del lugar. Pero tanto ellos como sus hijos rechazan a los musulmanes inmigrados. No lo entiendo. Y lo peor es que este sentimiento palpable en la población "cristiana" se va haciendo fuerte sin que nadie le ponga remedio.

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  3. Pues yo tengo la sensación de que si este referendum se hiciese en cualquier otro país de Europa, en prácticamente todos saldría lo mismo que en Suiza (aunque con tasas de ebstención enormes).
    Quizá la gente no lo reconozca en encuestas, pero creo que sí que votarían esto en una elección real.

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  4. Hacia donde vamos... el futuro de esta sociedad da incluso miedo. Cada vez se están restringiendo más derechos, incluso en nuestro país, y la política lleva un rumbo hacia la corrupción y el mayor beneficio lucrativo para la persona, y no para la comunidad. Si le hechas un vistazo a las últimas elecciones europeas puedes ver como partidos de ultraderecha europeos han alcanzado números de votos superiores, incluso en algunos casos, a los de la izquierda, e incluso, en Gran Bretaña, vemos como la crisis está llevando a la xenofobia en las empresas y al rechazo al extranjero en muchos casos, por el mero hecho de no pertenecer a su pais. Es espeluznante.

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  5. Una cosa es prohibir mezquitas y otra minaretes. Se prohíben los minaretes pero no las mezquitas. ¿Y sabes qué? A mi me parece muy bien. Naturalmente los musulmanes en Europa tienen todo el derecho de adorar lo que ellos quieran, como cualquier otro. Pero están en Europa, no en Damasco. Los minaretes en Europa tienen tanto sentido como una plaza de toros en Chicago. O tanto sentido como parte de la izquierda rupestre europea defendiendo la construción de minaretes... Una cosa es tolerar y respetar a los inmigrantes, otra cosa es adaptarse a los inmigrantes. Es el inmigrante quien ha de adaptarse al lugar que le acoge y no al revés. Los andaluces tuvieron que aprender catalán, los catellanos tuvimos que acostumbrarnos a que nos llamaran maketos esa gente tan "hospitalaria" y los musulmanes tendrán que acostumbrarse a sus mezquitas sin minaretes en Europa. En esta época de desorientación parece que tienes que ser o facha o meapilas, pero la realidad no puede reducirse al gusto cuadriculado de algunos.

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