miércoles, 16 de diciembre de 2009

Quien siembra vientos...

Quien siembra vientos recoge tempestades”.

Algo así viene a decir el dicho popular. Y con esto me refiero al ataque sufrido por el Primer Ministro de Italia, Silvio Berlusconi, cuando un individuo le arrojó a la cara una réplica de la Catedral de Milán.

Y si menciono este dicho no es porque justifique el ataque a Berlusconi, cosa que no hago. Condeno totalmente el ataque a Berlusconi por dos razones: 1) porque no me gusta para nada la violencia y considero el ataque inmoral; y 2) porque considero que atacar físicamente a Berlusconi significa caer en su juego y darle munición a él y a sus seguidores.

Si cito el dicho es porque Berlusconi se ha quejado tras el ataque del nivel de tensión, crispación y sectarismo que existe en la actualidad en la vida política italiana. Pero no se puede ignorar que si hay crispación y sectarismo en la política italiana es en gran parte debido a Berlusconi y su política. Que Berlusconi se queje de que hay tensión y sectarismo es como si George W. Bush se quejara de que hay demasiadas guerras en el mundo. O como si Tiger Woods se quejara de que hay demasiadas infidelidades en los matrimonios actuales. Como si Aznar se quejase de lo mismo que Berlusconi, del nivel de crispación en la política española. O, finalmente, como si Thierry Henry se quejara de que hay demasiados tramposos en el fútbol...

Berlusconi es propietario de gran parte de los medios de comunicación de Italia, y de muchas de sus empresas. Son más que conocidas sus (presuntas, supongo que hay que decir “presuntas”) conexiones con la mafia. Y sus políticas anti-imigración que, en muchos casos, rozan la intolerancia, la ultraderecha y el racismo más total. Aparte de su chulería, su arrogancia, su estilo de vida, y sus conocidas bacanales llenas de prostitutas de lujo; bacanales que hacen que las infidelidades de Tiger Woods parezcan cosa de niños. Berlusconi también ha aprobado leyes ‘ad-hoc’ para evitar tener que rendir cuentas ante los tribunales por sus numerosos (también aquí supongo que hay que decir “presuntos”) casos de corrupción.

No justifico para nada el ataque, pero no se puede ignorar la realidad: y la realidad es que, lamentable y tristemente, esto es lo que pasa cuando uno se dedica a sembrar cizaña y a crear y elevar la tensión y el sectarismo (o estás con nosotros o estás en contra nuestra) hasta niveles peligrosos.

Lamentablemente, en España también sabemos mucho, demasiado, de crispación y tensión política, a la que políticos como Aznar y medios de comunicación como la Cope (escupiendo su veneno diario año tras año) han contribuido sobremanera.

Es necesaria más calma, más tolerancia, más debate, más respeto hacia las ideas de otros... Es un problema en gran parte de educación y cultura. Y cuando los medios de comunicación están tan divididos como lo están en España, el sectarismo es un problema de difícil solución.

4 comentarios:

  1. Estoy contigo. No estoy contigo. Estoy contra ti. No, estoy a tu lado. Progre. Facha. Jardinero agricultor.
    Así nos va, cierto, así. Estoy contigo, enamigo.

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  2. A mí Berlusconi me parece la representación del machito que va de don Juan, que menosprecia a las mujeres, menos en el físico y que tiene unos valores de ricacho liberal que tira para atrás. Ya pesar de la repulsión que me produce el payo, cuando vi su cara ensangrentada, su gesto de dolor, su nariz desfigurada y sus dientes mellados, me dio mucha lástima y me produjo un rechazo absoluto el acto violento previo. Ni a Berlusconi le deseo el mal que sufrió. Lamentable.

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  3. No me gusta la violencia y creo que nadie debe de ser agredido, sea un mendigo,un currante, un banquero, un ministro o un presidente.
    Ahora bien, este cutre casanova y hortera personaje que causa verguenza ajena, corrupto, mafioso y neofascista lleva tiempo agrediendo a su país haciendo leyes agrediendo a inmigrantes, gitanos, o gentes con ideas diferente a las suyas; comprando jueces o haciendo leyes a su medida para salir impunes de los delitos que comete.
    Pues a mí, en éste caso, no me da ninguna pena. Es como si viera al sobrado y al chulo de barrio que va de matón y agrediendo a todo el mundo, un día uno que es más débil le da su merecido.
    Si a cualquier prepotente en su lugar, verse con la cara ensangretada y los dientes partidos, viendose vulnerable y que él no es más que nadie para destruir la vida de los demás, le puede servir como cura de humildad. Mucho me temo que no será así: él ahora va a ir de víctima y de mártir, y los suyos acusaran a los otros del odio y el emfrentamiento.

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  4. Hi Mr Mustard:

    Simpre he pensado que los pol´ticos son el reflejo de nosotros mismos. Es decr, escogemos ese presidente porque nos indentificamos con él independientemente de nuestro parecer político.
    Ese espejo, que nos muestra nuestro verdadero yo(como sociedad) a veces nos asusta. Y es tal el susto que agredimos, pensamos que con eso se ira la imagen. Tambien nos volteamos para no verla, pensamos que con eso también se irá....
    La imagen se irá cuando cambiemos como sociedad...Pasara tiempo.

    Saludos

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