martes, 8 de diciembre de 2009

Hace 29 años


Hoy hace 29 años que John Lennon fue asesinado.

Cuando fue asesinado, en 1980, Lennon tenía tan solo 40 años, yo tenía 9, y la verdad es que no sabía quién era John Lennon ni quiénes eran los Beatles. Estoy seguro de que habría oído alguna canción suya en la radio o en la tele, pero sin saber que aquellos eran los Beatles ni quiénes eran. Y la verdad es que tampoco recuerdo haber visto la noticia de su muerte en la televisión, me pasó totalmente desapercibida. Fue varios años después, al descubrir mi interés por la música y por las maravillosas canciones de los Beatles y de Lennon, cuando sentí la muerte de Lennon y me di cuenta de lo que su prematura muerte nos había arrebatado. Porque Lennon, al igual que McCartney y el resto de los Beatles, cambió mi vida, a mejor. Puede que esto le parezca a alguien una exageración, pero os aseguro sinceramente que no lo es.

Ya he explicado aquí en otras ocasiones mi obsesión con los Beatles, lo mucho que amo y adoro su música. Pues bien, hace ya algún tiempo consideraba a John Lennon un ser perfecto, o casi, alguien al que idolatraba con absoluta veneración, como un dios mitológico. Ahora sigo amando a Lennon y a su música, pero sé que, como todo ser humano, no era perfecto: como todas las personas, tenía sus virtudes y sus defectos. Y aun así le sigo admirando: en primer lugar porque era un verdadero genio musical y artístico; y en segundo lugar, porque era una persona de una honestidad y sinceridad absolutas, hirientes.

En los Beatles, Lennon era el contrapunto irónico y ácido al romanticismo y esteticismo de McCartney, aunque como he dicho en ocasiones anteriores, hay que tener cuidado de no caer en estereotipos. Juntos fueron, en mi opinión, una pareja de compositores geniales, inigualables, que crearon muchas de las mejores canciones en la historia del pop y del rock. Canciones inolvidables, intemporales, que vivirán eternamente en nuestra memoria.

John Lennon tenía una personalidad compleja, difícil, contradictoria, fascinante, marcada por ciertos traumas infantiles que intentaba esconder bajo la máscara de tipo duro. Una persona que vivió la mayor parte de su vida bajo el peso de la fama, como en un escaparate público, y que fue también brutalmente honesta con sus defectos, con sus errores. Una persona de fuertes convicciones políticas y socialmente comprometida.

Escucho bastante a menudo sus dos mejores discos en solitario, ‘Plastic Ono Band’, de 1970, e ‘Imagine’, de 1971. Y todos los años por estas fechas vuelvo a escucharlos, como homenaje a John Lennon, como tributo a lo que fue, a lo que sus canciones han significado y significan en mi vida, y también como tributo a lo que podría haber sido el resto de su vida y nunca fue...

Plastic Ono Band’ es un disco de rock’n’roll con un sonido crudo, sencillo, minimalista, en el que Lennon desnuda su alma y sus traumas, tras realizar terapia psiquiátrica para intentar superarlos, y tras la ruptura de los Beatles. Entre los traumas que Lennon trata de exorcizar en este álbum están: el hecho de que su padre les abandonó cuando era tan solo un niño y que su madre le dejó al cuidado de su tía en Liverpool cuando ella se fue a Londres a trabajar (en la canción ‘Mother’), la muerte de su madre cuando John tenía 17 años, atropellada por un policía que conducía borracho (en ‘My Mummy’s Dead’), su desilusión con los Beatles (en ‘God’) y con la sociedad en general (‘Working Class Hero’), su sentimiento de soledad y la incomprensión de la gente hacia su pacifismo y su relación con Yoko Ono (‘Isolation’), etc.

Plastic Ono Band’ es una de las obras más brutalmente y dolorosamente honestas y confesionales no sólo en toda la historia de la música, sino en toda la historia del arte. ‘God’, por ejemplo, es una canción emblemática en la que Lennon expresa su decepción con personas a las que había idolatrado en su juventud, como Elvis y Dylan, con los mismos Beatles, con distintas religiones y cultos, y en la que expresa que se ha acabado el sueño de los Beatles y de los 60 y ya sólo cree en Yoko y en sí mismo. Esta canción me da escalofríos cada vez que la escucho: pocos artistas en la historia han hecho una confesión tan dolorosa, tan sincera, tan brutal.

Imagine’ es también un disco magnífico, con una producción más melódica y popera, llena de grandes canciones como la que da título al álbum o la conocida ‘Jealous Guy’, un tema antimilitarista como ‘I Don’t Want to Be a Soldier’, otro de sonido punk llamado ‘Give Me Some Truth’, en el que Lennon demanda, exige incluso, algo de sinceridad por parte de los políticos y de la sociedad, y la preciosa balada ‘Oh My Love’.

Y también me ha gustado siempre mucho su álbum ‘Walls and Bridges’, de 1974, grabado en el año que pasó en Los Angeles separado de Yoko Ono, y de juerga continua con personajes como Harry Nilsson, Keith Moon (el batería de The Who), Mick Jagger, Ringo Starr, Elton John... Puede que no sea un disco tan bueno o consistente como ‘Plastic Ono Band’ o ‘Imagine’, pero está también lleno de grandes momentos.

En fin: John Lennon, un talento que nos fue arrebatado demasiado pronto. Descanse en paz. Y esperemos que el puto desequilibrado llamado Mark David Chapman que arrebató al mundo del talento, del genio, de la persona que era John Lennon, y de su música, siga pudriéndose en la cárcel durante mucho tiempo.

3 comentarios:

  1. Hi Mr Mustard:
    Los grandes siempre se van cuando uno menos se los espera.....

    Saludos

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  2. Hola, mr. Mustard. Cuando mataron a Lennon, yo acababa de cumplir los 8 años. (Somos de la quinta, jefe) y tengo unos vecinos músicos, así que yo acababa de descubrirlos y escuchaba una y otra vez el "help" y el "let it be". Fue la primera pérdida de un ídolo para mí.

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  3. Hi Mr Mustard:

    Si tiene tiempo pase por mi blog. Le he dejado una sorpresa....
    Saludos

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