lunes, 1 de febrero de 2010

Sobre la invasión de Irak

Estos días está teniendo lugar en Londres una Comisión investigadora sobre la invasión de Irak llevada a cabo en 2003 por Estados Unidos y Gran Bretaña.

La Comisión pretende dilucidar si la invasión fue ilegal y, sobre todo, si el ex-Primer Ministro Tony Blair era consciente de la ilegalidad de esta decisión (al no haber una resolución de la ONU que la aprobara) cuando dio la orden de invadir Irak.

Lo primero que quiero decir es que esta noticia me produce envidia: aunque la Comisión sirva más bien de poco –o de nada-, me gustaría que en España se hiciese algo así y se investigase la decisión de Aznar y de su gobierno de apoyar la invasión de Irak.

Pero mucho me temo que la Comisión que investiga a Tony Blair se quedará en papel mojado, aunque me gustaría equivocarme. Como los manifestantes que protestan en las inmediaciones del lugar en el que se reúne la Comisión, lo que me gustaría es ver a Blair y a Bush sentados en el Tribunal de la Haya, procesados por crímenes de guerra. Por los cientos de miles de inocentes que han muerto en Irak.

Blair declaró ante la Comisión el viernes pasado, y dijo que no se arrepiente de haber invadido Irak, ni de haber derrocado a Saddam Hussein., porque Saddam Hussein era un tirano cruel, un genocida, un auténtico monstruo.

No voy a ser yo quién niegue que Saddam Hussein era todas esas cosas, y más. Pero vamos a ver: ¿quién le ha dado la potestad a Blair (o a Bush, o a Aznar) de decidir quién es bueno y quién es malo, de decidir quién debe ser derrocado y quién no? Me parece de una arrogancia supina, y me produce un miedo aterrador, el que haya personas que se atribuyan a sí mismas esta potestad, que se crean por encima del bien y del mal, que decidan quién debe ser eliminado y quién no, y que se concedan a sí mismas el privilegio de ser a la vez juez y parte: yo decido quién es el malo, yo decido si debemos librarnos de él, y yo decido cómo y cuándo lo hacemos; y, finalmente, yo decido cuál será el castigo a infringir.

Recuerdo que me alegré cuando Blair y el partido laborista llegaron al gobierno, tras los largos años negros de Thatcher y los años grises de Major. Pero lo cierto es que, una vez en el gobierno, Blair dejó mucho que desear, con su política económica neoliberal y su política exterior de perrito faldero de los Estados Unidos de América.

3 comentarios:

  1. Compañero,

    Caramba, lamento diferir de su opinión. El mundo está mejor sin Hussein y eso es una verdad incontrovertible. Por más que queramos que el derecho internacional sea vinculante, así no funciona la política entre estados. Bush era el presidente del país más poderoso del mundo y Blair su más cercano aliado. Hussein representaba una amenaza real en la región (aunque es verdad que ellos exageraron su peligro) y como toda potencia se deshicieron de él. Blair está teniendo al menos la valentía de defender sus convicciones. Los presidentes de los países más poderosos de Occidente no pueden darse el lujo de someterse a ningúna justicia penal internacional. Sería motivo de la descomposición definitiva del sistema internacional actual y del estallido de más y peores guerras. El derecho internacional sólo es una máscara de las relaciones de poder real entre estados, no ningún principio regulador eficáz. Se lo dice alguien que vive en un país sometido por un tirano repugnante (que gracias a Dios no tiene comparación con la crueldad de Hussein).

    Así son las cosas.

    Un cordial saludo.

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  2. Hi Mr Mustard:

    Siempre he pensado que no hay porque invadir a nadie. Ni aún teniendo razón. Creo que debiese existir mecanismo internacionales (los hay solo que no funcionan), para intentar llevar el estado de derecho en ese país o región.

    Hay un pregunta en el aire: Si Irak no hubiese tenido petróleo y solo vendieran flores o café, USA, UK y España hubiesen invadido Irak?............

    Saludos

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  3. "Hay un pregunta en el aire: Si Irak no hubiese tenido petróleo y solo vendieran flores o café, USA, UK y España hubiesen invadido Irak?"
    Ahí lo ha clavado Don Manuel.
    En la primera guerra del golfo Sadán invadió la vecina Kuwait para adueñarse de su petróleo.
    Pero eso es como todo: no tiene nada que ver los robos que se comenten en los supermercados,las gasolineras o los bancos, que los robos de guante blanco que cometen los banqueros, especuladores y políticos corruptos. Que aún hay clases.

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