jueves, 1 de abril de 2010

Adaptación

Parece ser que el Primer Ministro británico, Gordon Brown, ha hecho unas declaraciones en las que afirma que “los inmigrantes deben adaptarse a los valores británicos”. (http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/01/internacional/1270087429.html.).

"A aquellos inmigrantes que crean que pueden venir aquí sin hacer ningún tipo de contribución, sin respetar nuestro estilo de vida, sin honrar ni respetar nuestros valores, los que hacen a Gran Bretaña ser como es, sólo tengo un mensaje para ellos: No son bienvenidos", dijo el Primer Ministro Brown.

En principio, a primera vista, parecen unas declaraciones razonables, a las que no habría nada que objetar. Pero veamos: tendríamos que preguntarnos a continuación qué es lo que el señor Brown quiere decir cuando se refiere a “valores británicos”, a “estilo de vida”, etc. Y es que el mensaje es bastante ambiguo, se puede prestar a varias –y variadas- interpretaciones. Y además es el tipo de mensaje populista que le gusta oír a mucha gente y que gana adeptos por doquier, y más aún en plena precampaña de las elecciones generales en el Reino Unido y en medio de una grave crisis económica.

En principio, digo, no tengo nada que objetar: está bastante claro que si uno pretende vivir en el extranjero, como lo hago yo, se debe adaptar al país de acogida, a sus costumbres, tradiciones, horarios, etc. Por supuesto, no va a ser el país de acogida el que se adapte al que llega de fuera. El problema nace cuando se usa este tipo de discurso para ganar votos, y sin definir claramente qué se entiende por valores o por estilo de vida: porque la verdad es que en todas partes, en todos los países, hay valores y tradiciones admirables, que merecen respeto, y valores y tradiciones que convendría cambiar y/o mejorar. No voy a entrar en detalles, porque creo que no hace falta: estoy seguro de que a todos se nos ocurren valores y tradiciones de cada uno de nuestros países que merece la pena conservar y otros que merecería la pena erradicar o cambiar. Como se usa este tipo de discurso para ganar votos, no se entra a debatir esto, y el asunto se convierte en una mera competición entre los candidatos electorales para ver quién defiende más y mejor los valores nacionales de la madre patria (como si todos los valores mereciesen defenderse), para ver quién es más nacionalista al fin y al cabo.

Y para ganar votos se trae a debate todo este asunto, la necesidad de que los inmigrantes se adapten al país de acogida, pero nunca –o casi nunca- se habla de la riqueza que aporta la inmigración al país de acogida, riqueza económica y cultural al mismo tiempo. Se habla de adaptarse a los valores del país al que llegan, pero nunca se habla de la riqueza que aporta la convivencia con personas de otros países y de otras culturas. Es decir, se habla de los aspectos negativos de la inmigración, porque eso da votos, pero no se habla de sus aspectos positivos, porque eso los resta.

Y una gran parte del pueblo llano, su mayoría quizás, se deja seducir por esas palabras bonitas ante lo que consideran la invasión de su país por inmigrantes, a los que ven con recelo y a los que acusan, a veces con razón pero muchas otras veces de manera totalmente infundada, de intentar imponer sus valores y costumbres a la población autóctona.

Por otro lado, resulta cuando menos chocante que Brown afirme que los inmigrantes deben adaptarse al estilo de vida británico, cuando en España sabemos bien que hay muchos británicos en la costa mediterránea y en las Islas Baleares que a pesar de llevar años viviendo en España no hablan ni una sola palabra de castellano y llevan un estilo de vida totalmente británico, solo que con más sol y más calor: comen comida británica en restaurantes británicos, beben en pubs británicos, y siguen los partidos del Manchester United, del Chelsea o del Liverpool en Sky Sports y las noticias en Sky News. Nada que objetar: cada uno es libre de hacer lo que quiera, por supuesto, pero sí que es irónico que luego muchas de estas personas hablen de que los inmigrantes se tienen que adaptar al estilo de vida del país de acogida.

1 comentario:

  1. Hi Mr Mustard:

    Realmente concuerdo con Ud. Como sabe, tambi´´en soy inmigrante, aunque mis raices propiamente estan en España, sigo siendo extraño por estas tierras por mi acento latino.
    A pesar de compartir algunas costumbres y tradiciones (la semana santa por ejemplo), Uno debe adaptarse al sistema (sobretodo el horario de comidas, muy diferente en España).
    Donde fueres has lo que vieres dice el refran, luego es lo que todo inmigrante debemos hacer en nuestro pais de acogida.
    Sin embargo no extraña la actitud britanica en la costa del sol (donde me gusta estar de vacaciones): Cuando se reunen gente de tu misma nacionalidad, tiendes a comportarte como lo harias en tu pais. Te digo que nosotros seguimos celebrando Navidad como lo haciamos en venezuela porque nos reunimos venezolanos. Sin embargo intentamos complementar nuestra tradicion con la española (desde hace poco como mariscos en Navidad :D )

    Saludos Mr Mustard

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