jueves, 24 de febrero de 2011

30 años (y un día)

Ayer se cumplieron 30 años del golpe de estado de Tejero, que a punto estuvo de acabar con la recién estrenada democracia y de devolvernos a los tiempos cavernosos de la dictadura.

Tenía yo por aquel entonces 10 años recién cumplidos, y recuerdo ver miedo en la cara de la gente aquel 23 de febrero de 1981. Aquella tarde-noche se quedaron las calles desiertas mucho más pronto de lo habitual.

El 24 acudí a mi colegio, y recuerdo una conversación con mis compañeros de clase en el patio, antes de entrar a la primera clase del día, sobre lo que habíamos visto y oído (ninguno sabíamos en realidad qué es lo que pasaba) y sobre nuestra esperanza de que aquel día se suspendiesen las clases (¡ay, la inocencia infantil!), cosa que al final no se produjo. Las clases en mi colegio transcurrieron con total normalidad, y cuando todos fuimos a casa a la hora de comer nos enteramos de que todo había terminado con final feliz.

Ahora que los libios luchan, y mueren, reclamando libertad y democracia, como lo están haciendo también en Yemen y en Baréin, y como lo hicieron con anterioridad en Túnez y en Egipto, resulta oportuno recordar lo cerca que estuvimos aquel día de perder nuestra libertad y de decir adiós a la democracia.

Por cierto, seguimos sin saber nada sobre la trama política del Golpe, quiénes eran aquellas personas que Armada quería en su gobierno, y probablemente nunca lleguemos a saberlo.

2 comentarios:

  1. Gracias por pasar el enlace. Lo veré enseguida. Hay cosas, como dices, que nunca se sabrán. Los medios influyen y mucho. Hay levantamientos populares en muchso sitios. Nos hablan de Libia, pero no nos cuentan que Marruecos también tiene trifulcas, y es que Mohamed VI es amiguete, y no conviene darle mala prensa. Se habla de Libia, que lo sufre, pero de otros países de la península arábiga, que están igual, no tanto.

    ResponderEliminar
  2. Ojala nunca se premien a los sediciosos como se ha hecho algunas veces.

    Saludos

    ResponderEliminar