40

Hoy cumplo 40 años.

Debo confesar que me produce una ligera sensación de, digamos, vértigo: todavía recuerdo claramente cuando mi padre cumplió los 40 años, y parece que fue hace tan sólo unos meses.

“Life begins at forty”, “la vida empieza a los 40”, dijo John Lennon, una amarga ironía cuando recordamos que tan sólo 2 meses después de cumplir los 40 era abatido a tiros por el imbécil mal nacido de Mark Chapman.

Lo cierto es que soy de esas personas a las que les gusta mucho recordar con cariño y algo de nostalgia el pasado. No con amargura, y no porque no sea feliz en el momento en que me encuentro en mi vida, que lo soy, sino porque tengo un tesoro de valor incalculable de bonitos recuerdos y de momentos felices. Ya sé que para algunas personas el pasado puede ser traumático, amargo, de doloroso recuerdo, pero en mi caso es, como digo, un hermoso tesoro lleno de momentos en su gran mayoría alegres que me complazco en recordar.

Quizás lo más extraño de que hoy cumpla 40 años es que para nada me siento de esa edad. Siento que tengo tal vez 33 ó 34 años, pero desde luego no 40. ¿Adónde han ido a parar los años?

Volviendo la vista atrás, recuerdo y asocio ciertos años a momentos importantes en mi vida, o a acontecimientos políticos o históricos (o musicales, siendo la música mi gran pasión) que tuvieron lugar entonces, y en muchos casos se entrelaza lo personal con lo general.

Me vais a permitir que eche la vista atrás y recuerde algunos de esos años de la manera que he descrito, y a grandes -y breves- trazos.

1971 fue el año en que nací. También fue el año en que John Lennon publicó su album “Imagine” y los Rolling Stones publicaron “Sticky Fingers”.

1975: el año en que murió Franco. Recuerdo ver la capilla ardiente por la tele, y un vecino mío y yo jugamos aquel día a funerales en el patio de mi casa: uno de los dos se tumbaba en el suelo a hacer de muerto mientras el otro desfilaba alrededor del cadáver. Es curioso que recuerde esto y no recuerde nada sobre la muerte de John Lennon, sobre todo teniendo en cuenta que cuando fue asesinado Lennon ya tenía yo casi 10 años.

1981: siempre recordaré este año como el de la intentona golpista de Tejero y compañía. Recuerdo el día 24 de febrero, estando en el patio del colegio con mis compañeros antes de entrar en clase y comentando con esperanza que habíamos oído que a lo mejor se suspendían las clases. ¡Ay, la inocencia infantil!

Recuerdo también haber visto por la tele parte de la toma de posesión de Ronald Reagan como Presidente de los Estados Unidos de América.

1982: este fue el año del Mundial, y del Naranjito. No recuerdo mucho de los partidos del Mundial, sólo la decepción que tenía todo el mundo por el mal papel que hizo la selección española. Recuerdo también los dibujos animados del Naranjito los sábados por la tarde, justo después del telediario y antes de la película de las cuatro.

En años anteriores, crecí con los dibujos animados de Mazinger Z, Marco, Comando X, Heidi, etc.

1985: el año en que comencé el BUP en el Instituto de mi localidad. Grandes años aquellos de la enseñanza secundaria, en los que empecé a salir de mi cascarón de timidez infantil y a abrirme al mundo, a los amigos y a los compañeros de clase.

1986: siempre recordaré este año como el del Mundial de México, el gol de Maradona con la mano de Dios, y sobre todo el 5-1 que le metió España a Dinamarca en los octavos de final, en un partido que empezó, si mal no recuerdo, a las 12 de la noche hora española. Todavía recuerdo el sonido de todos los televisores encendidos en el bloque de pisos hasta las tantas de la madrugada.

1989: el año en que inicié mis estudios universitarios en Zaragoza. Recuerdo la caída del Muro de Berlín, en noviembre de aquel año, y recuerdo que leí en un periódico por aquellas fechas un artículo muy interesante sobre Dolores Ibárruri, la Pasionaria, que había fallecido por aquellas fechas, artículo que concluía diciendo que la Pasionaria había fallecido sin haberse enterado de la caída del Muro, y que la caída del Muro probablemente le habría entristecido, por lo que significaba de caída de los regímenes comunistas de la Europa del este.

1990: en verano de este año viajé por primera vez a mi país de adopción, donde ahora vivo, Irlanda, y donde conocí a la que es ahora mi mujer. Poco, mejor dicho, nada, imaginaba por aquel entonces que acabaría viviendo aquí.

Y unos meses antes recuerdo haber visto por la tele un domingo por la tarde, antes de coger el tren para ir a Zaragoza y a la universidad, la liberación de Nelson Mandela en directo. Recuerdo haberlo visto con la emoción de saber que está uno presenciando un momento histórico.

1991: vuelvo a Irlanda en verano y comienzo una relación sentimental con la persona que es ahora mi mujer, una relación que viviríamos en la distancia durante varios años.

1992: el año de las Olimpiadas de Barcelona y de la Expo de Sevilla. Otro verano en Irlanda, durante el cual veo a Fermín Cacho ganar su medalla de oro.

1993: este año obtengo una beca Erasmus para hacer el último año de carrera en el extranjero. Así pues, en septiembre me traslado a Liverpool, donde viviré hasta junio de 1994.

En Liverpool vivo una de las más felices etapas de mi vida. Y descubro aún más intensamente a mi gran pasión musical entre muchas otras, los Beatles.

1994: terminado el curso, en junio viajo a Irlanda durante un mes, antes de volver a España, y presencio allí el Mundial de fútbol de EEUU. Todavía me cabreo cuando recuerdo aquel partido de cuartos frente a Italia.

1995: Inicio la puta mili en mayo.

1996: acabo la puta mili. ¡Aleluya! Comienzo a dar clases particulares de inglés en casa de mis padres, actividad que se prolongará durante unos años, compaginándola con clases en una academia de idiomas de mi localidad.

1999: en septiembre me traslado a vivir a Irlanda. Encuentro trabajo en una fábrica de componentes eléctricos.

2001: en primavera empiezo a trabajar de funcionario en un ministerio en Irlanda. Varios meses después, estando en la oficina, nos llegan rumores de que un avión se ha estrellado contra una de las Torres Gemelas en Nueva York; el resto es historia.

2002: en agosto mi mujer y yo compramos una vivienda y nos mudamos a ella, donde seguimos viviendo en la actualidad.

En el Mundial de fútbol de Corea y Japón, España e Irlanda se enfrentan en octavos de final, en un partido de infarto (¡llegó hasta los penaltis!), más aun cuando lo ves en Irlanda, rodeado por el “enemigo”, ja, ja, ja.

2004: el año de nuestra boda. Y un par de meses antes, los atentados del metro de Madrid, que seguí con dolor a través del canal Sky News.

2008: nace nuestra hija.

2010: y nace nuestro hijo.

Seguro que me he olvidado de algunas cosas, pero bueno, creo que las que he mencionado son las principales.

Saludos, y gracias por seguir este blog.