viernes, 27 de noviembre de 2009

Los abusos de la Iglesia en Irlanda

Al llegar a casa ayer por la tarde me puse a ver las noticias en el canal Euronews, como suelo hacer la mayoría de los días. Pues bien, resulta que la noticia con la que abrían sus telediarios era la siguiente, que cito textualmente del diario Público, en cursiva:

La Iglesia de Irlanda se cubre de vergüenza. La jerarquía católica encubrió los abusos sexuales a niños.

IÑIGO SÁENZ DE UGARTE - CORRESPONSAL - 27/11/2009 00:50

La prioridad era mantener el secreto y evitar el escándalo. La Iglesia católica irlandesa encubrió durante décadas los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y contó para ello con la colaboración de la Policía, que nunca se molestó en cumplir con su obligación.

La Iglesia se cubrió ayer de vergüenza al conocerse las conclusiones de un informe encargado por el Ministerio de Justicia irlandés. Entre 1975 y 2004, hasta cuatro arzobispos de Dublín hicieron lo posible para ocultar 320 denuncias de abusos de niños.

"Mantener el secreto, evitar el escándalo, la protección de la reputación de la Iglesia y la preservación de sus fondos económicos" era más importante para la jerarquía eclesiástica que la justicia, según revela el informe.

La Iglesia era muy consciente de lo que estaba pasando. Algunos sacerdotes denunciados eran trasladados a otras parroquias, donde continuaban con su conducta aberrante. La reincidencia era constante. Un solo cura admitió haber abusado de un centenar de niños. Otro dijo que se había dedicado a ello durante 25 años. Nadie los detuvo.

El actual arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, dijo ayer que ni siquiera es suficiente con pedir perdón. "Ofrezco a las víctimas mis disculpas, mi dolor y mi vergüenza por todo lo que les ocurrió". Esta impunidad no hubiera sido posible sin la escandalosa pasividad de la Policía. El informe explica que los mandos policiales no pensaban que lo que ocurriera dentro de centros de la Iglesia fuera de su incumbencia. En ocasiones, al recibir una denuncia, la comunicaban a las autoridades religiosas, pero no se molestaban en iniciar una investigación.

El ministro de Justicia, Dermot Ahern, prometió que los autores de los delitos serán perseguidos, no importa quiénes sean ni cuánto tiempo haya pasado. "Como padre y miembro de esta comunidad, siento repulsión e ira", dijo al presentar el informe. "Repulsión ante estos actos horribles cometidos contra niños. Ira, al ver cómo se trató a todos estos niños y cómo se dejó escapar a los autores de los abusos".

Asegurar los fondos

Kevin McNamara, arzobispo entre 1984 y 1987, fue el primero que ordenó que la Iglesia suscribiera un seguro con el que hacer frente a futuras indemnizaciones, lo que demuestra que los abusos eran ya generalizados. Si llegaban a los tribunales, las autoridades religiosas sabían que habría condenas.

Mientras intentaba asegurar su posición financiera, la Iglesia continuaba ofreciendo protección a los agresores. McNamara incluso devolvió a su puesto a un sacerdote que se reconoció culpable en un caso de abusos en 1983. Y lo hizo a pesar de que existían sospechas fundadas de sus actividades criminales más allá del caso denunciado.


No había castigos. El mismo arzobispo nombró a otro cura denunciado para un cargo en un tribunal eclesiástico de matrimonios.

Debo decir que hace algunos años trabajé en el Ministerio de Educación, durante unos 3 años y medio, en una sección que recibía solicitudes de compensación de antiguos alumnos que habían sufrido lo indecible a manos de estos monstruos, estos degenerados. Muchas de las historias que escuché eran absolutamente espeluznantes y terroríficas. Conocí a mucho de estos ex-alumnos en persona, cuando venían a la oficina a solicitar una copia de su registro escolar (el procedimiento consistía en que primero solicitaban una copia de su registro escolar como evidencia de que habían estado en una de estas escuelas donde el maltrato era generalizado, y luego con la copia del registro escolar podían solicitar compensación económica), y escuché sus historias de primera mano, que ponían los pelos de punta y un nudo en el estómago a cualquier persona. Historias espeluznantes, terroríficas... Tantas personas traumatizadas de por vida, tantas vidas destrozadas...

No se puede generalizar: no todos los curas, monjas o frailes eran maltratadotes o pervertidos, por supuesto, pero un número muy grande de ellos sí lo fue, y además, lo peor de todo esto es que las personas que podrían haber hecho algo, las autoridades religiosas y civiles, decidieron mirar hacia otro lado y hacer como que no pasaba nada.

Se han escrito muchos libros y se han hecho muchas películas sobre este horrible asunto. Recomiendo especialmente dos de estas películas para aquellos que estén interesados en saber hasta qué punto llegaron los abusos y la maldad y monstruosidad de estas personas: ‘Las hermanas de la Magdalena’ (“The Magdalene Sisters”), de 2002, y ‘Los niños de San Judas’ (“Song for a Raggy Boy”), de 2003.

Esperemos que la historia no se vuelva a repetir. Nunca jamás.

3 comentarios:

  1. En breves pinceladas y sin ahondar, en la iglesia católica, por sus características se escondieron siempre personas que no podían exteriorizar sus apetencias sexuales, a pesar de que la misma iglesia condena estas formas de sexualidad no convencionales. La iglesia también condena el aborto, por el derecho de los niños, pero el derecho de los niños a no ser violados, eso no lo respeta. Mira para otro lado. ¿Hipocresía?

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  2. Hi Mr Mustard:
    Luego de unos dias sin conexión vuelvo por estos rumbos.
    En relación a su escrito pues que le puedo decir....
    Estudié en un colegio de padres en Venezuela. Afortunadamente no recibí (ni mis compañeros cercanos creo) este tipo de maltrato.
    Coincido con la anterior comentarista: Hubo quienes ingresaron al sacerdocio justamente para acallar sus aberraciones no solo sexuales sino de otro tipo también.
    El problema básicamente es que en su afan de demostrar lo que no es, la iglesia católica se afana en ocultar situaciones como estas o como la del actual presidente de Paraguay, quien siendo Obispo de la Capital (Asunción), decidió tener hijos secretos que salieron a la luz pública luego de convertirse en presidente.
    Nadie es perfecto. Las enseñanazas de la iglesia refieren innumerables casos donde muchos de los hoy santos, tuvieron vidas no acorde con la santidad.
    La iglesia necesita una reforma urgente, de lo contrario sera victima de su propia destrucción.

    Saludos

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  3. Hello Mr. Mustard,
    Personalmente opino que se trata de gran mancha en la Iglesia católica irlandesa, en su arzobispado. Y en la Policía. Y de una total omisión de responsabilidades, deberes y obligaciones.
    Pero una mancha así, no puede durar tres décadas.
    La creación de un seguro para cubrir idemnizaciones a finales de los 80 es la prueba más absoluta del "A Dios rogando y con el mazo dando".
    ¿Por qué no solucionar el problema desde su raiz?
    Y por culpa de unos pocos (o no tan pocos) se han deshonrado a miles de miles.
    No, no se puede generalizar pero ese es el poso que se queda en la gente con noticias así.
    Coincido plenamente con los anteriores comentarios.
    Demasiado escándalo, demasiados intereses, demasiada protección, demasiada vergüenza.
    Y ahora..los perdones y las idemnizaciones.
    Justicia, aunque sea tarde pero, Justicia por favor.

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