jueves, 12 de noviembre de 2009

Pasionaria

Se cumplen 20 años de la caída del Muro de Berlín. Y también se cumplen 20 años de la muerte de la Pasionaria, que murió sin llegar a saber que el Muro de Berlín se había venido abajo. Recuerdo haber leído en un periódico de por aquel entonces una reseña que decía más o menos que la Pasionaria había fallecido sin ver la caída del comunismo y del bloque comunista que tanto amó y defendió toda su vida.

Recuerdo que crecí oyendo hablar de la Pasionaria en las noticias, cuando volvió a España en la Transición y fue elegida diputada por Asturias. Recuerdo aquella canción que le dedicó Ana Belén y que decía "veremos a Dolores caminar las calles de Madrid". Recuerdo a un hombre de mi ciudad natal que, cada vez que juraba por algún motivo, decía "¡me cago en la Pasionaria!"

Dolores Ibárruri, la Pasionaria, es una de esas personas que dividen a la opinión pública como pocas, y que demuestran lo polarizada que aun hoy en día puede llegar a estar nuestra sociedad. Para algunos, la Pasionaria era poco menos que una santa, una persona perfecta –o casi- que dedicó su vida a hacer el bien y a proteger y defender a los más desfavorecidos. Para otros, la Pasionaria era el demonio en persona, una asesina, una mujer malvada y perversa que defendía el totalitarismo. Es difícil encontrar un término medio si se pregunta a la mayoría de españoles su opinión sobre esta persona.

Sin embargo, creo que la Pasionaria fue una persona bastante compleja, y que un término medio es tal vez la mejor manera de aproximarse a este personaje histórico.

Por un lado, admiro su figura, porque tiendo de manera natural a admirar a personas que luchan por los más desfavorecidos, por los pobres, por los trabajadores, por los oprimidos. Reconozco su origen humilde -en una época en la que ser de origen humilde era mucho más difícil que en la actualidad-, su compromiso social y su lucha.

Por otro lado, la Pasionaria pronunció la famosa y polémica frase “más vale matar a cien inocentes que dejar escapar a un solo culpable”, en un mitin en Valencia en 1938, en referencia al proceso del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). También fue estalinista y defendió el estalinismo, y sus críticas a los regímenes comunistas fueron prácticamente inexistentes (aunque sí condenó la invasión de Checoslovaquia en 1968).

Algunas personas críticas con la Pasionaria dicen que ésta vivía en una jaula de oro en la URSS, ajena a la dura realidad que vivían día a día los ciudadanos soviéticos bajo la dictadura comunista. Y también es cierto que hubo bastantes cosas de los regímenes comunistas que sólo llegamos a descubrir tras su caída.

No es mi intención disculpar o defender aquí a la Pasionaria, ni mucho menos. Pero creo que a la hora de analizar a este personaje histórico hay que tener en cuenta dos cosas muy importantes: su origen humilde y la época en la que se crió. Pienso que estos dos aspectos son esenciales a la hora de explicar su ortodoxia comunista y su radicalismo. Lo que no quiere decir que excuse todo su comportamiento o sus ideas, por supuesto.

Creo que Dolores Ibárruri fue una persona con sus claroscuros, al igual que todas las personas, pero en su caso amplificados por el hecho de que fue una persona pública, un personaje histórico, en tiempos convulsos y extremadamente difíciles. ¿Una santa? No, no lo creo. ¿El demonio en persona? No, tampoco lo creo.

4 comentarios:

  1. La realidad de estos comunistas que crecieron en la admiración a la URSS es muy complicada.

    La fe en el comunismo era bastante parecida a la que siente una persona muy religiosa.
    Debe ser muy difícil desmarcarte de la ideología a la que concedes la cualidad de ser la salvadora de la humanidad y de los desfavorecidos, por muchas cosas que veas que no te gustan.

    Como aquellas señoras beatas que son incapaces de creer que hayan casos de pedofilia en la iglesia, o los crímenes de la inquisición; la pasionaria fue incapaz de ver las realidad del sistema soviético hasta finales de los 60.
    De todos modos hay que reconocerle el mérito de haber sabido apoyar la línea antisoviética de Carrillo y desmarcarse de la URSS, porque su historia personal se lo hacia todavía más difícil (perdió un hijo luchando en el ejército soviético).

    Creo que la Pasionaria es de estos personajes históricos que son más un icono que una realidad. En la historia quedará el "No pasarán" y la presidencia de las primeras cortes tras el franquismo.Y su excelente oratoria.
    Porque realmente, en cuanto a reflexiones políticas y filosóficas, no dejó nada relevante ni trascentente para la época que le toco vivir.

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  2. Si yo hubiera vivido en España en los tiempos en que vivió la pasionaria hubiera sido un rebelde y un revolucionario. Lo más probable es que no hubiera vivivo para contarlo porque me hubieran fusilado en cualquier cuneta.

    Aunque de joven era más rebelde, ahora sigo siendo una persona de izquierda o progresista.No me gusta los dogmatismos ni la radicalidad.

    Sin embargo, desde hace unos años, viendo los extremismos y las cosas que están pasando, a veces me hierve la sangre y me estoy volviendo más radical.

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  3. Lo malo es que alguien hizo de la Pasionaria un símbolo, y como tal todo el mundo se posicionó entre sus dos vertientes. Dolores Ibárruri fue una política con mucha prensa en la guerra civil, que tuvo que exiliarse a la URSS y que perdió un hijo allí luchando en el ejército rojo, en la II guerra mundial. La gente sólo ve el símbolo. Una vez, un tipo de la ribera (La ribera de Navarra, por supuesto) en las fiestas de Lesaka me dijo que yo debía de ser muy mala porque me parecía a la Pasionaria. Y eso que no llevo moño. Pues sí que causa estragos ser un símbolo.

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  4. Totalmente de acuerdo contigo Mustard... todos estos personajes tienen un grado de heroes para muchos, y lo contrario para el resto.Me quedo con la persona

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