miércoles, 4 de noviembre de 2009

¡Menudo culebrón!

Durante el curso que hice en Liverpool a mediados de los 90 gracias a una beca Erasmus, un profesor inglés nos comentó un día en clase que el culebrón de mayor duración en el Reino Unido no era otro que las aventuras y desventuras de la familia real inglesa. Ya se sabe, la Reina, Lady Di, Charles, Sarah Ferguson y Andrew, Camilla Parker-Bowles...

Bueno, pues ahora resulta que en España también tenemos un culebrón de producción propia y de muy larga duración, que es nada más y nada menos que los conflictos internos del Partido Popular.

Esta es una historia interminable. Que si Esperanza Aguirre, que si Alberto Ruiz-Gallardón, que si Cobo, que si Camps, que si Costa... Entre la ambición desmedida de algunos y los (presuntos) casos de corrupción de otros, esto supera a cualquier culebrón televisivo.

No es la primera vez que Rajoy tiene que hacer una llamada al orden, y creo yo que no será la última. Y poco ayuda el hecho de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, parece tener una ambición desmedida, sin límites, capaz de arrollar todo y a todos a su paso. Recuerda por momentos a aquella Angela Channing de Falcon Crest que interpretaba la actriz Jane Wyman, la primera mujer de Ronald Reagan.

Muchas personas atribuyen todos estos problemas internos del PP al hecho de que Aznar eligió a su sucesor a dedo (y luego Aznar ha llegado a decir en alguna ocasión de forma más o menos velada que se equivocó en su elección). Y también al hecho de que Aznar parece seguir haciéndole sombra, con declaraciones a diestro y siniestro, y a menudo a destiempo.

De una manera u otra, todo esto parece demostrar dos cosas: una, que los partidos políticos parecen estar muy alejados de la realidad cotidiana y de los problemas de los ciudadanos, inmersos como están en sus batallas internas; y dos, que el funcionamiento teóricamente democrático de los partidos deja mucho que desear.

Es importante recordar que los partidos políticos nacieron, original y teóricamente, como asociaciones de ciudadanos, para representar a los ciudadanos y alcanzar cuotas de poder para tomar las medidas y llevar a cabo los proyectos que esos ciudadanos defienden. Pero los partidos políticos se han convertido en organizaciones cerradas, burocráticas, jerarquizadas, que se sirven a sí mismas, en las que la conquista –y la conservación- del poder es el fin último, y en las que o bien se suprime totalmente el debate interno o cuando se permite este se convierte en una lucha personal, con descalificaciones e insultos personales. Pocos partidos hay, si es que hay alguno, que permitan un debate abierto de ideas, de diferentes tendencias y corrientes, y aun hay menos que lo promuevan.

Y esto produce apatía en el ciudadano, que cada vez se siente menos representado por los partidos políticos y cada vez tiende más a la abstención y al voto en blanco, en este sucedáneo de democracia que tenemos.

1 comentario:

  1. Mr Mustard:

    En lo particular creo que el problema de Rajoy es que no supo retirarse. Ha perdido dos elecciones seguidas, frente a alguien que tampoco es más idoneo para gobernar (hay otros, pero que no salieron al ruedo en 2004). La segunda derrota, para muchos (yo incluido), debio significar la salida de Rajoy. Ahora el PP saca provecho de una crisis que creo hubiese seguido el mismo camino si la derecha estuviese gobernando. Este provecho lo quieren tomar unos cuantos pescadores de rio revuelto...Y si tengo un lider que no da la talla, me lo callo cuando hay malas encuestas y lo recrimino cuando puedo salir de presidente....
    Saludos
    PD: Doña Hope (Esperanza) se me parece más a Alexis Carrington de Dinastia :D)

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