viernes, 19 de marzo de 2010

Camino sin retorno

No sólo son asesinos fanáticos sin el más mínimo escrúpulo. También son idiotas.

El asesinato de un gendarme francés a manos de etarras en las afueras de París hace unos días marca un camino sin retorno para la banda terrorista ETA. Banda terrorista, sí, y no “banda separatista” o “grupo independentista”, como lamentablemente le suelen llamar muy a menudo en los medios de comunicación internacionales, BBC y Sky News incluidas. Un asesino es un asesino, igual que el pan es pan y el vino, vino.

Desde su creación ETA había tenido cuidado de no cometer asesinatos o atentados mortales en Francia, para no abrir otro frente más: así, Francia les sirvió de santuario hasta que a partir de los años 80 la colaboración antiterrorista se estrechó entre los 2 países.

Ahora, estos niñatos imbéciles que se graduaron en la kale borroka antes de pasar a engrosar las filas de ETA han asesinado a un gendarme francés y han roto esa regla no escrita de ETA de no cometer atentados mortales en el país vecino.

Resulta realmente chocante que la mayoría de estos niñatos hayan nacido después de la dictadura de Franco; han conocido la dictadura aún menos que yo, que tenía sólo 4 años cuando murió Franco y recuerdo más bien poco de aquella época negra de la historia de España.

Es decir: estos imbéciles ni siquiera han conocido la represión franquista, la dictadura, el miedo a expresar tus opiniones, el estado policial... Han nacido y crecido en un País Vasco con un altísimo grado de autonomía y de autogobierno, sin comparación en ningún otro sitio de Europa. Son personas a las que alguien un poco más listo (pero no mucho) les ha lavado el cerebro profunda e irreversiblemente, con historias medio inventadas sobre mitologías, naciones y héroes, hasta el punto de que realmente creen que Euskadi es un país oprimido y que ellos están dando su vida por su patria y por la libertad de ésta. Es increíble cómo se le puede comer el coco a la gente hasta semejante extremo. Pero bueno, es algo que ya hemos visto repetido a lo largo de la historia, por ejemplo con las juventudes hitlerianas en la Alemania de los años 30.

¿Pero es que acaso no se dan cuenta de que les han mentido, de que les han engañado? ¿Acaso no comprenden que su único destino es pudrirse en la cárcel, y dejarse los mejores años de sus vidas tras los barrotes de una celda? Y por nada, absolutamente por nada.

Es cierto que hay una parte de la sociedad vasca que no se siente española y que defiende la independencia de Euskadi. Y es cierto que, como todas las ideas, es perfectamente respetable y defendible, mientras se usen palabras para hacerlo, y no pistolas. Pero también es cierto que hay una parte de la sociedad vasca que se siente española y quiere seguir siéndolo, y quiere una Euskadi dentro de España. Pues bien, ¿tan difícil resulta respetar y tolerar ambas opciones, sin que una parte intente imponer su opinión a la otra, como lleva intentando hacer ETA y sus correligionarios durante los últimos 40 años? ¿Y como intentó hacer la dictadura franquista desde el otro extremo? La diferencia radica en que Franco lleva ya casi 35 años muerto, la dictadura lleva unos 32 años enterrada (aunque la democracia, como todas las democracias, pueda ser mejorable), pero en pleno 2010 ETA sigue dando que hablar, y sigue considerando perfectamente legítimo y aceptable darle un tiro en la nuca a alguien o quemarlo vivo en su coche. Y todo esto simplemente por pensar distinto, por tener una opinión diferente a la suya.

Para acabar con ETA se necesita sobre todo que aquellos que hasta hace muy poco la apoyaban alcen la voz de una vez por todas exigiendo su final, al igual que lo hizo Gerry Adams, el presidente del Sinn Fein, con el IRA aquí en Irlanda; necesitan un Gerry Adams, alguien que diga que la violencia no es el camino, que ya está bien de muertes, que ya está bien de sangre, que el terrorismo no tiene cabida en la sociedad de hoy en día.

Hace poco se divulgaron unas declaraciones de Otegi en la cárcel en las que criticaba a la dirección actual de ETA y sus decisiones. Lo que se necesita es que Otegi y sus amigos digan esto mismo en público y en voz alta, de una vez por todas. Y ya está bien de criticar el terrorismo sólo por ser contraproducente para sus objetivos políticos: señores, por una vez, alcen la voz y critiquen el terrorismo por ser lo que es, inmoral, aberrante, abominable, inhumano...

Se necesita TOLERANCIA, así, con mayúsculas: tolerancia para que las distintas maneras de pensar y de sentir el País Vasco se puedan conjugar y tengan el mismo respeto, para que nadie sea asesinado por sentirse español, por ser un político del PP o del PSOE, por ser un empresario o un trabajador del AVE. Y se necesita INTOLERANCIA, también con mayúsculas: intolerancia con los intolerantes, con los fanáticos, con aquellos que defienden que un tiro en la nuca o un coche bomba son expresiones legítimas de una idea, con aquellos que miran hacia otro lado cuando los terroristas cometen un atentado. Intolerancia sin excusas, sin subterfugios.

Esperemos que a ETA le quede muy poco tiempo, y que esté cada vez más cercano un futuro de paz y tolerancia para Euskadi.

Y respecto a los etarras, me vienen a la cabeza estos versos de la canción ‘Chica del este’ de Ilegales:

triste es tu camino
sin retorno ni destino
”.

1 comentario:

  1. Hi Mr Mustard:

    Me ha gustado mucho su entrada. La muerte del gendarme indica que ETA se encuentra acorralada. Ojala no venga con una nueva tregua y el gobierno de turno la acepte.

    Pienso que más que tolerancia debe haber aceptación del pensamiento ajeno. Yo acepto como piensa Ud siempre que respete y acepte mi forma de pensar. La sociedad vasca como toda sociedad tiene distintas forma de ideología política, desde el furibundo independentista, hasta el más acerrimo defensor de España. Eso la hace plural, sin necesidad de violencia. ETA debiese entender eso de una vez por todas

    Saludos

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