Hoy hace 6 años

(Debido a un error técnico mi entrada de ayer en el blog ha desaparecido. Os pido disculpas y paso a reescribirla. Lamentablemente, no me va a ser posible recuperar los comentarios que varias personas habían dejado sobre mi entrada de ayer, por lo que os pido de nuevo disculpas y os animo a reenviar los comentarios si así lo deseáis. Gracias).

Hoy hace 6 años, 6 años ya, de los atentados mortales del 11 de marzo de 2004 en Madrid.

Recuerdo que oí la noticia por la radio, de camino a la oficina en la que trabajaba entonces en el centro de Dublín. Las primeras noticias hablaban de bombas en varios trenes en Madrid y de varias decenas de muertos. Y recuerdo que lo primero que pensé, como muchas otras personas, fue: ¡puta ETA!

Confieso que aquel día hice muy poco trabajo en la oficina: pasé la mayor parte del día siguiendo los acontecimientos por internet. Y llamé a mis padres para asegurarme de que dos familiares míos que vivían en Madrid se encontraban bien, sanos y salvos, como afortunadamente así fue.

Cuando llegué a casa por la tarde me pasé el resto del día viendo Sky News y otros canales de noticias. Conforme pasaba el día los medios apuntaban a que los atentados podrían haber sido obra del terrorismo islamista.

Daba la casualidad que tenía libre el día siguiente, y pasé la mayor parte del mismo siguiendo los acontecimientos por la tele. Debo confesar que no pude evitar las lágrimas en varias ocasiones ante semejantes imágenes de horror, de muerte, de crueldad.

Conforme iba pasando el día los enviados especiales de Sky News, de BBC y de otros medios decían que los indicios parecían apuntar al extremismo islamista, y no podían ocultar su perplejidad y confusión ante el hecho de que el gobierno español, con el señor Aznar a la cabeza, seguía emperrado en atribuir la autoría de los atentados a ETA, a pesar de que los indicios apuntaban a otra cosa, y en negar o minimizar todo indicio o pista que apuntaba hacia el terrorismo islamista.

Y lo patético de todo esto, lo realmente triste, es que aun hoy en día, 6 años después, todavía siga habiendo sectores de la sociedad española y ciertos medios de comunicación que siguen empeñados en atribuir la autoría de los atentados a una disparatada conspiración totalmente surrealista.

En fin, en recuerdo a las víctimas, fallecidos y heridos, y a sus familiares y amigos, os dejo con la letra de esta canción que Ismael Serrano escribió sobre el 11-M:

Fragilidad – Ismael Serrano

Todo es frágil:
tu costumbre de amarme,
mi fe,
el silencio y la vida que duerme
en un vagón de tren.
Tu contrato fugaz,
la memoria,
este hilo de voz,
las quimeras que surcan estrechos
y este corazón
que persigue tu rastro
en la alfombra de la habitación.

No es tan frágil
el trueno del fúsil,
el temor
a perderme tus dulces mañanas,
tanto dolor.

La memoria del banco,
el aroma de aceite en el mar,
las fronteras de acero para hombres,
humo para el capital
que regula espejismos
y ordena tu necesidad.

Yo soy frágil como un cristal
si falta usted a esta cita, mi amor,
si el canto se llena de olvido,
si el recuerdo se va
y ya no ríe conmigo.

Quizá no seamos héroes
pero aún seguimos vivos
y en la crisálida su voz estallará.
Y no se quedará inmóvil al borde del camino
y hará futuro su fuerte fragilidad.

Es tan frágil el abrazo del mundo y su paz,
la promesa desde la tribuna
y su empeño por perdurar.

Soberbio y resistente
es el grito del miedo anunciando el final
y la noche que escupen al cielo
tantas chimeneas,
los disparos de nieve,
el rugido de las bayonetas.

Quizá no sea tan frágil
tu costumbre de amarme,
mi fe,
tu voz y tu memoria.

¿Sabes?, quizá me equivoqué.
Quizá no sea indestructible
el trueno del fusil, tanto dolor,
la burbuja que encierra este grito
y este temor
a saberme perdido,
a perderte y perder la razón.

Yo soy frágil como un cristal
si falta usted a esta cita, mi amor,
si el canto se llena de olvido,
si el recuerdo se va
y ya no ríe conmigo.

Quizá no seamos héroes
pero aún seguimos vivos
y en la crisálida su voz estallará.

Y no se quedará inmóvil al borde del camino
y hará futuro su fuerte fragilidad.