Cito textualmente de El País (http://www.elpais.com/):
EMI no podrá vender canciones sueltas de Pink Floyd
El Alto Tribunal de Londres ha apoyado las tesis del grupo musical Pink Floyd, que se había enfrentado a la discográfica EMI porque comercializaba la descarga de canciones del grupo de forma individual y no integradas en un álbum. El representante del grupo demandó a la discográfica porque, argumentó, su contrato prohibía la venta de temas "desagregados" del álbum. El abogado de Pink Floyd defendió que el grupo producía piezas musicales sin fisuras en álbumes como Dark Side of the Moon o The Wall y quería seguir manteniendo el control de su trabajo artístico.
EMI argumentaba con una cláusula del contrato, negociado cuando no existía ninguna tienda en línea ni Internet era un medio popular. El Alto Tribunal británico se ha inclinado por las tesis del grupo musical. EMI deberá pagar a Pink Floyd costes legales cifrados en 60.000 libras (unos 66.000 euros). La discográfica solicitó al tribunal que mantuviera en secreto los detalles relativos a los derechos de autor, por razones de "confidencialidad comercial". Pink Floyd suscribió su primer contrato con EMI en 1967 y sus éxitos supusieron una recaudación para la discográfica sólo superada por los Beatles.
EMI argumentaba con una cláusula del contrato, negociado cuando no existía ninguna tienda en línea ni Internet era un medio popular. El Alto Tribunal británico se ha inclinado por las tesis del grupo musical. EMI deberá pagar a Pink Floyd costes legales cifrados en 60.000 libras (unos 66.000 euros). La discográfica solicitó al tribunal que mantuviera en secreto los detalles relativos a los derechos de autor, por razones de "confidencialidad comercial". Pink Floyd suscribió su primer contrato con EMI en 1967 y sus éxitos supusieron una recaudación para la discográfica sólo superada por los Beatles.
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Me alegro de esta sentencia, y os voy a explicar porqué.
Tengo un reproductor de MP3, y tengo la mayor parte de mi extensa colección musical en él. Lo cual me viene muy bien porque, la verdad es que con dos bebés, estos días no tengo mucho tiempo de escuchar música en casa, y gracias al reproductor de MP3 escucho todos los días algo de música en el autobús de camino al trabajo y en el de vuelta a casa.
Pero la principal razón por la que me gustan los reproductores de MP3 o los i-pods es por la gran ventaja que supone llevar toda (o casi toda) tu colección musical en el bolsillo en todo momento, a todas horas, estés donde estés y vayas donde vayas.
Aun así, soy de la generación anterior a toda esta tecnología, y por eso tengo la (bendita) costumbre de no escuchar canciones sueltas y de escuchar albums de principio a fin, a la antigua usanza. Dependiendo de mi estado de ánimo, de la época del año, o del tiempo que hace, me apetece escuchar una cosa u otra, pero sea lo que sea lo que escucho siempre escucho un album de principio a fin, desde la primera canción hasta la última, nunca canciones sueltas. Considero que un album es una entidad artística en sí, un todo, y las canciones son partes de ese todo. Esto es una realidad a partir de los 60, cuando nace el album conceptual, y se da sobre todo en el rock progresivo, donde muy a menudo el album consiste de tan solo una o dos canciones, y las canciones consisten a su vez de varias secciones o movimientos, como pasa en la música clásica.
He hablado de las ventajas de i-pods o MP3. Pues bien, una de sus principales desventajas es que las nuevas generaciones ya no escuchan albums, sino canciones sueltas. Por mencionar a Pink Floyd, si sus canciones se vendieran sueltas mucha gente hablaría de canciones como “Money” o “Another Brick in the Wall”, por ejemplo, y se olvidaría de (o se perdería) maravillas como ‘Dark Side of The Moon’, ‘Wish You Were Here’, ‘Meddle’ o su impresionante album debut con Syd Barrett, ‘The Piper at the Gates of Dawn’.
El abogado de Pink Floyd tiene razón cuando dice que el grupo producía piezas musicales sin fisuras: Pink Floyd crearon ‘Dark Side of the Moon’, ‘Wish You Were Here’ o ‘The Wall’ (por mencionar sólo 3 albums) para que fueran escuchados de principio a fin, sin fisuras. Y estos albums no tienen sentido musical ni artístico si no se escuchan como una obra completa.
Tengo un reproductor de MP3, y tengo la mayor parte de mi extensa colección musical en él. Lo cual me viene muy bien porque, la verdad es que con dos bebés, estos días no tengo mucho tiempo de escuchar música en casa, y gracias al reproductor de MP3 escucho todos los días algo de música en el autobús de camino al trabajo y en el de vuelta a casa.
Pero la principal razón por la que me gustan los reproductores de MP3 o los i-pods es por la gran ventaja que supone llevar toda (o casi toda) tu colección musical en el bolsillo en todo momento, a todas horas, estés donde estés y vayas donde vayas.
Aun así, soy de la generación anterior a toda esta tecnología, y por eso tengo la (bendita) costumbre de no escuchar canciones sueltas y de escuchar albums de principio a fin, a la antigua usanza. Dependiendo de mi estado de ánimo, de la época del año, o del tiempo que hace, me apetece escuchar una cosa u otra, pero sea lo que sea lo que escucho siempre escucho un album de principio a fin, desde la primera canción hasta la última, nunca canciones sueltas. Considero que un album es una entidad artística en sí, un todo, y las canciones son partes de ese todo. Esto es una realidad a partir de los 60, cuando nace el album conceptual, y se da sobre todo en el rock progresivo, donde muy a menudo el album consiste de tan solo una o dos canciones, y las canciones consisten a su vez de varias secciones o movimientos, como pasa en la música clásica.
He hablado de las ventajas de i-pods o MP3. Pues bien, una de sus principales desventajas es que las nuevas generaciones ya no escuchan albums, sino canciones sueltas. Por mencionar a Pink Floyd, si sus canciones se vendieran sueltas mucha gente hablaría de canciones como “Money” o “Another Brick in the Wall”, por ejemplo, y se olvidaría de (o se perdería) maravillas como ‘Dark Side of The Moon’, ‘Wish You Were Here’, ‘Meddle’ o su impresionante album debut con Syd Barrett, ‘The Piper at the Gates of Dawn’.
El abogado de Pink Floyd tiene razón cuando dice que el grupo producía piezas musicales sin fisuras: Pink Floyd crearon ‘Dark Side of the Moon’, ‘Wish You Were Here’ o ‘The Wall’ (por mencionar sólo 3 albums) para que fueran escuchados de principio a fin, sin fisuras. Y estos albums no tienen sentido musical ni artístico si no se escuchan como una obra completa.
(la foto de Pink Floyd de este entrada está tomada de wikipedia. Si existe algún problema para su reproducción, por favor hágamenlo saber y será retirada de inmediato)
Me gusta mucho Pink Floyd, y no sé si tiene o no razón el abogado, seguramente hay quien discrepa, y no lo voy a hacer, desde mi punto de vista escucho y veo en cada album arte, todos los álbumes por solitario hablan de mundos diferentes, cada canción precede a la otra con razonamiento, sobre todo se puede percibir esto en el álbum "The Wall", escuchar las canciones sueltas está bien, pero la obra completa es escucharlas una detrás de la otra, como si fuera cada canción un verso del álbum.
ResponderEliminarBueno yo soy un poco de su quinta Mr Mustard,aunque si me he acostumbrado a escuchar canciones sueltas. Tengo un Iphone y escucho música que bajo de la red, ademas de los CD's de casa. Aunque parezca exagerado, tengo cerca de 4000 piezas musicales.
ResponderEliminarSaludos