lunes, 28 de junio de 2010

John Grant: Queen of Denmark


Bueno, llevaba ya bastante tiempo, demasiado, sin hablar de música, así que aquí vamos...

He dicho anteriormente que este año me han gustado mucho los nuevos discos de Paul Weller y de MGMT, entre otros, y están siendo mi banda sonora de este verano. A estos añado ahora el magnífico album “Queen of Denmark”, de John Grant, que también se ha convertido en uno de mis favoritos este año y este verano.

John Grant formaba parte de The Czars, un grupo de rock alternativo de Denver, Estados Unidos. Debo decir que no conozco nada de The Czars, pero después de escuchar “Queen of Denmark” seguramente me adentraré en su discografía. Aunque también he leído en varias críticas comentarios que afirman que este album en solitario de John Grant es mejor que cualquiera de los que publicó con The Czars.

Llegué a este album después de ver que varias revistas musicales, entre ellas 'Mojo' y 'Uncut', calificaban al album de obra maestra y le hacían unas críticas completamente positivas.

Queen of Denmark” es un album de soft-rock o soft-pop, o sea, rock o pop suave, blando, de medios tiempos. A lo largo de album se escuchan las influencias de grupos y artistas como Supertramp, Bread, Clifford T. Ward, Jackson Browne e incluso The Carpenters. También hay reminiscencias de Harry Nilsson (el de “Everybody’s Talkin’”, el tema de “Cowboy de Medianoche”, una de las mejores canciones de toda la historia, en mi opinión) a lo largo de todo el album.

El grupo Midlake, del que ya hablé en otra entrada anterior (http://atasteofmustard.blogspot.com/2010/02/midlake-courage-of-others.html), son la banda que acompaña a John Grant en este album, y añaden cierto toque de folk-pop a alguno de los temas, como el que abre el album, el excelente “TC and Honeybear”.

El album es bastante autobiográfico; Grant exorciza varios demonios de su infancia y su juventud, como las dificultades de crecer siendo un homosexual en una pequeña comunidad de Medio Oeste de los EEUU.

Las canciones que forman este album son, simple y llanamente, exquisitas, de un pop magnífico, excelente, inigualable... Por ejemplo, un tema como “Where Dreams Go to Die” tiene más calidad y más valor artístico que la discografía entera de muchos grupos y artistas. Es la típica canción que te deja boquiabierto tras escucharla, mientras uno busca afanosamente el botón de ‘repeat’ para volver a oírla, una auténtica obra maestra de 6 minutos de duración.

Lo mismo se podría decir de “Marz”, otro auténtico temazo, irresistible, o del seductor toque folk de “TC and Honeybear”. Sensibilidad vocal e instrumental a flor de piel. En este tema que abre el album hay un momento especialmente mágico, a los 2 minutos 45 segundos, cuando tras escuchar una voz de ópera acompañada tan solo por el piano se queda el piano solo y aparecen guitarras acústicas acompañadas de una preciosa flauta... Es un momento especial, mágico, en el que el sonido del tema pasa a ser pastoral, completamente bucólico.

Chicken Bones” tiene cierto toque funk-rock que recuerda por momentos a los excelentes Little Feat. “Silver Platter Club” es un pequeño homenaje al sonido swing, otro tema muy pegadizo. “Sigourney Weaver” es puro pop magistral, un tema en el que Grant menciona a las actrices Sigourney Weaver y Winona Ryder.

Jesús Hates Faggots”, o sea “Jesús odia a los maricas” es una crítica a la mentalidad conservadora y ultra-religiosa de muchos sectores de los Estados Unidos. Otra canción con una melodía muy pegadiza.

El trío de canciones que cierra el album es también excelente: temas lentos o de medios tiempos, con unas melodías arrebatadores, magistrales, de poner los pelos de punta, que van desde el precioso piano de “Caramel” acompañando la hermosa voz de Grant hasta la triste canción que da título al album y lo cierra de forma climática, y que recuerda por momentos a Rufus Wainwright, pasando por el pop con sintetizadores de “Leopard and Lamb”, con la voz de Grant magistral una vez más.

Un album excelente, precioso, lleno de fantásticas canciones, sobre todo las baladas, que son lo que le confiere al album maestría y calidad suprema.

Si alguien escucha este album y temas como “Where Dreams Go to Die”, “Caramel” o “Queen of Denmark” no le emocionan o no le ponen los pelos de punta, es que ese alguien o bien está muerto o bien no le gusta la música. Así de claro.

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