martes, 14 de septiembre de 2010

Arcade Fire: The Suburbs


The Suburbs”, el tercer album de la banda canadiense-estadounidense Arcade Fire (a cuyo frente está el matrimonio formado por Win Butler y Régine Chassagne), fue publicado hace unas semanas, y sin duda se ha convertido ya en uno de los discos del año.

Arcade Fire sorprendieron gratamente en 2004 con su primer album, “Funeral”, una de las obras maestras de la última década. Un trabajo de pop épico, orquestal, barroco, que revelaba influencias muy eclécticas, desde Bowie a Radiohead, pasando por Talking Heads o incluso el sonido Motown. El tipo de album del que se seguirá hablando dentro de 20 años.

A “Funeral” le siguió en 2007 “Neon Bible”, un album también magnífico en el que demostraban un toque más roquero en algunos cortes, con cierta influencia de Bruce Springsteen.

Ahora, con este “The SuburbsArcade Fire han publicado una obra épica, de 16 canciones, que se podría describir como un album concepto, aunque ellos ya han desechado este término. Lo cierto es que, como bien han explicado los componentes de la banda, las letras del album nacieron a partir de viajes a sus ciudades natales y a los barrios donde transcurrieron sus infancias. Y si hay un tema que unifica todo el album, este es el de los recuerdos infantiles, las ciudades tal como las conocimos en la infancia, los cambios que se han producido en estas ciudades, la melancolía y nostalgia por un pasado distante, cuando las cosas eran más simples y sencillas...

Y esta idea, o –mejor dicho- estas ideas, están bañadas en un pop-rock sublime, de melodías y sonidos magistrales y seductores. El album se mueve entre pop orquestal y épico, rock garajero, pop electrónico ochentero, pop intimista, medios tiempos... Y las influencias se van revelando de canción a canción: Talking Heads, New Order, Bowie, Blondie, Springsteen, The Rolling Stones, Sonic Youth, etc...

El album empieza de forma espectacular, ya que los 4 primeros temas están entre los mejores del disco. La canción que da título al album es también la que lo abre, con un piano a medio tiempo y una melodía sublime, y un estribillo muy pegadizo. A esta le sigue ‘Ready to Start’, aceleración en el ritmo, uno de los mejores temas del album, que se resuelve en un final climático, de los que Arcade Fire saben hacer a la perfección. ‘Modern Man’ tiene una base rítmica compleja, difícil, que a la vez sabe seducir y atraer la atención del oyente. De ahí pasamos al pop barroco, lento, de ‘Rococo’, otro tema épico, en el que Arcade Fire critican el esnobismo de los jóvenes que se las dan de modernos.

Con ‘Empty Room’ el ritmo cambia vertiginosamente, unas cuerdas que se mueven a un ritmo endiablado, la voz de Régine Chassagne que se asemeja por momentos a la de Debbie Harry de Blondie. En mi opinión, este es uno de los momentos estelares de todo el album.

Y después nuevo giro de tuerca: pasamos a un riff stoniano que introduce ‘City with No Children’, un tema rockero en el que es bastante clara la influencia de Springsteen.

Half Light I’ nos reintroduce en el pop orquestal y lento, una canción muy bonita, mientras que ‘Half Light II (No Celebration)’ es otro de mis momentos favoritos de album, una canción pop-rock con mensaje apocalíptico y una de las mejores melodías de todo el disco.

Suburban War’ es otro momento estelar, al igual que ‘Month of May’ que, en otro giro de tuerca, nos mete de lleno en el rock garajero.

Wasted Hours’ nos devuelve al pop más lento e intimista, con momentos en los que Win Butler casi se queda cantando ‘a capella’.

A partir de aquí, el album va alcanzado una especie de climax, tanto sonoro como temático.

Deep Blue’ tiene un sonido atmosférico, inquietante a veces, muy deudor con Bowie, en el que Arcade Fire señalan la llegada de la tecnología moderna como el principio del fin del mundo tal y como lo conocemos.

La temática enlaza con‘We Used to Wait’ uno de los temas más pegadizos y adictivos de todo el album, en el que Butler añora el tiempo en que las personas aún escribíamos cartas las unas a las otras y esperábamos ansiosamente la llegada de esas cartas a nuestro buzón.

Sprawl I (Flatland)’ es uno de mis momentos favoritos de todo el album, un tema orquestal muy lento, con la voz de Butler en primer plano, una canción llena de nostalgia, tristeza y belleza por todos lados.

La segunda parte es totalmente distinta: del pop intimista de ‘Sprawl I (Flatland)’ pasamos al pop electrónico, ochentero, new wave de ‘Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)’, el momento más claramente Blondie de todo el album. Otra de las cumbres del album.

Y para acabar, dándole unidad cíclica al album, tenemos 'The Suburbs (Continued)', un tema que vuelve a la melodía de la primera canción pero esta vez a un ritmo mucho más lento.

Y así se completa un album magnífico, excelente, y que ha recibido críticas muy positivas. Aun así, a pesar de las críticas positivas, algunas personas han comentado que el album era demasiado largo y sobraban algunas canciones. Yo no creo que sea así, me gusta el album de principio a fin y no creo que le sobre ni un segundo.

En mi opinión, es un gran album, que casi iguala la calidad de ‘Funeral’, y es uno de los albums de este 2010.

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