miércoles, 22 de septiembre de 2010

Sobre la muerte de Labordeta

Es impresionante la cantidad de comentarios que ha provocado la muerte de José Antonio Labordeta, cantautor, poeta, escritor, profesor, político, etc. etc. etc...

Su fallecimiento ha suscitado comentarios alabando a Labordeta desde políticos de la izquierda y de la derecha por igual, y muchas páginas de internet se han llenado de comentarios espontáneos de gente de todas las ideologías, de todos los estamentos sociales y de distintas facetas profesionales alabando su figura. Ha sido curioso ver cómo algunas personas de ideología conservadora decían que aunque no coincidían con Labordeta en muchas cosas le consideraban una persona honesta y honrada, y digna de admiración.

Creo que esta unanimidad en los comentarios de la gente responde a algo muy actual: el hecho de que la gente está bastante harta de los políticos tradicionales, profesionales, que se muestran distantes, desconectados de la realidad y del pueblo llano. Porque José Antonio Labordeta no era un político a la usanza, está claro: Labordeta era ante todo un hombre de pueblo, una persona del pueblo llano, aquello que normalmente llamamos “buena gente”.

Los políticos profesionales aburren y desilusionan a la gente, desconectados como están en su mayoría de los problemas diarios de la gente corriente, con sus discursos monótonos, sus propuestas estériles y sus recetas una y mil veces repetidas para salir de la crisis. El pueblo llano está harto de la falta de carisma de los miembros del gobierno y de la oposición, y de sufrir decepciones constantemente por parte de unos y de otros. De los insultos y descalificaciones que se lanzan los unos a los otros, y que convierten el Congreso con bastante frecuencia en una corrala de vecinos. De la corrupción, de la prepotencia, de la falta de propuestas de soluciones a sus problemas.

Por eso la gente conecta con alguien como Labordeta: alguien que habla el mismo lenguaje que ellos, que entiende sus problemas, y que es capaz de mandar a la mierda a otros políticos cuando estos no hacen otra cosa que comportarse como auténticos imbéciles.

4 comentarios:

  1. Es parte de lo que escribes Mr Mustard.
    Si conectas con la gete, se tiene esa opinión que se ha tenido de él venga e pensaiento plítico de donde venga

    Saludos

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  2. Pienso que Labordeta no entró en el mundo de la política para hacerse con el dinero, sino para hacerse con la libertad de un pueblo, para hacerse con la verdad, lo mismo que aclamaba en sus poemas y sus canciones. Debe estar ahí la diferencia a los otros políticos o a la gran mayoria. Aunque yo no he vivido esos años a flor de piel, si que le conocía sus canciones y le seguia algún escrito y algún que otro debate en La Moncloa. Un hombre así se hace sentir, y aún cuando no se comulga en ideología, la muerte siempre da de qué hablar.

    Saludos.

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  3. Disculparme, quise decir en el Congreso de los Diputados.

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  4. Hola, gracias por los comentarios.

    MANUEL: sí, es verdad, Labordeta sabía cómo conectar con la gente, era uno de ellos.

    FELICITAT: en efecto, como bien dices, Labordeta no era un político al uso, uno de estos políticos profesionales, ambiciosos...

    Saludos

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