Parece que el presidente Rodríguez Zapatero se va encontrando más solo que la una.
Ahora, le ha retirado su apoyo hasta el diario El País, después de que se legalizara la televisión digital beneficiando a Mediapro a expensas de Prisa, propietaria de El País. Los editoriales de este periódico atacan ahora a Zapatero y a su gobierno desde todos los flancos posibles, y Zapatero ha pasado de ángel a demonio en tan sólo unos días.
Debo decir que me alegré cuando Zapatero ganó las primeras elecciones, tras el terrible atentado del 11 de marzo de 2004, y las mentiras descaradas de Aznar y sus ministros emperrados en atribuir el atentado a ETA cuando todos los indicios apuntaban hacia otro lado. Seguí las noticias del atentado desde el canal británico de noticias Sky News aquí en Irlanda, y recuerdo cómo en las horas posteriores al atentado los enviados especiales de esta cadena se preguntaban extrañados por qué el gobierno de Aznar seguía erre que erre atribuyendo el atentado a ETA.
Me alegré también cuando, recién tomada posesión de su cargo, Zapatero ordenó la retirada de las tropas de Irak. No salía de mi asombro: nunca había visto a un político cumplir una promesa electoral tan rápidamente.
Y me han gustado muchas de las decisiones y medidas tomadas por el gobierno de Zapatero, como la aprobación de los matrimonios homosexuales y la ley de la violencia de género (aunque tenga el nombre muy mal puesto).
Pero desde hace algún tiempo Zapatero se tambalea. La crisis le cogió con el paso totalmente cambiado, y la negativa de reconocer la realidad, junto con su tonta cabezonería de decir una y otra vez que se trataba tan sólo de una desaceleración y no de una crisis, le han salido caras. Se le ve indeciso, confuso, falto de ideas. Ya no es el Zapatero confiado y alegre que llegó al gobierno hace 5 años y medio.
Zapatero parece ser una persona que se pierde en ideas grandilocuentes y palabras altisonantes, muchas veces vacías de contenido real. Como dije en otra entrada hace unos días, parece ser el tipo de persona a la que le gusta intentar contentar a todo el mundo y a la que le cuesta mucho, muchísimo, tomar decisiones. Y también parece ser que se cree más izquierdista y progresista de lo que en realidad es: oyendo o leyendo sus declaraciones y sus discursos da la impresión de que es un izquierdista auténtico y convencido, aunque a la hora de la verdad sus acciones y decisiones van por otros derroteros.
Por otro lado, tampoco me parece justo echar toda (o la mayor parte de) la culpa de la crisis a Zapatero: las semillas neoliberales que nos han llevado a esta crisis fueron sembradas por gobiernos anteriores, si bien es verdad que las políticas económicas de Zapatero una vez llegado al gobierno, con Pedro Solbes a la cabeza, continuaron por más o menos los mismos senderos.
Lo curioso del caso es que, aun en medio de una crisis gravísima y con críticas lloviéndole al gobierno por todos lados, todavía no está nada claro que el PP vaya a ganar las próximas elecciones, lo cual dice mucho de su falta de liderazgo y de su política de oposición barriobajera y de dedo acusador.
¿Qué es lo que le depara el futuro a Zapatero? ¿Pasará a la Historia como un gran presidente, un buen presidente, o como un presidente nefasto que no supo sacar a España de la crisis? Todo esto se desvelará sin duda alguna en los próximos meses y años. Lo que sí parece estar claro es que la promesa que suponía Zapatero para muchos españoles ha ido poco a poco desvaneciéndose en el aire.
Ahora, le ha retirado su apoyo hasta el diario El País, después de que se legalizara la televisión digital beneficiando a Mediapro a expensas de Prisa, propietaria de El País. Los editoriales de este periódico atacan ahora a Zapatero y a su gobierno desde todos los flancos posibles, y Zapatero ha pasado de ángel a demonio en tan sólo unos días.
Debo decir que me alegré cuando Zapatero ganó las primeras elecciones, tras el terrible atentado del 11 de marzo de 2004, y las mentiras descaradas de Aznar y sus ministros emperrados en atribuir el atentado a ETA cuando todos los indicios apuntaban hacia otro lado. Seguí las noticias del atentado desde el canal británico de noticias Sky News aquí en Irlanda, y recuerdo cómo en las horas posteriores al atentado los enviados especiales de esta cadena se preguntaban extrañados por qué el gobierno de Aznar seguía erre que erre atribuyendo el atentado a ETA.
Me alegré también cuando, recién tomada posesión de su cargo, Zapatero ordenó la retirada de las tropas de Irak. No salía de mi asombro: nunca había visto a un político cumplir una promesa electoral tan rápidamente.
Y me han gustado muchas de las decisiones y medidas tomadas por el gobierno de Zapatero, como la aprobación de los matrimonios homosexuales y la ley de la violencia de género (aunque tenga el nombre muy mal puesto).
Pero desde hace algún tiempo Zapatero se tambalea. La crisis le cogió con el paso totalmente cambiado, y la negativa de reconocer la realidad, junto con su tonta cabezonería de decir una y otra vez que se trataba tan sólo de una desaceleración y no de una crisis, le han salido caras. Se le ve indeciso, confuso, falto de ideas. Ya no es el Zapatero confiado y alegre que llegó al gobierno hace 5 años y medio.
Zapatero parece ser una persona que se pierde en ideas grandilocuentes y palabras altisonantes, muchas veces vacías de contenido real. Como dije en otra entrada hace unos días, parece ser el tipo de persona a la que le gusta intentar contentar a todo el mundo y a la que le cuesta mucho, muchísimo, tomar decisiones. Y también parece ser que se cree más izquierdista y progresista de lo que en realidad es: oyendo o leyendo sus declaraciones y sus discursos da la impresión de que es un izquierdista auténtico y convencido, aunque a la hora de la verdad sus acciones y decisiones van por otros derroteros.
Por otro lado, tampoco me parece justo echar toda (o la mayor parte de) la culpa de la crisis a Zapatero: las semillas neoliberales que nos han llevado a esta crisis fueron sembradas por gobiernos anteriores, si bien es verdad que las políticas económicas de Zapatero una vez llegado al gobierno, con Pedro Solbes a la cabeza, continuaron por más o menos los mismos senderos.
Lo curioso del caso es que, aun en medio de una crisis gravísima y con críticas lloviéndole al gobierno por todos lados, todavía no está nada claro que el PP vaya a ganar las próximas elecciones, lo cual dice mucho de su falta de liderazgo y de su política de oposición barriobajera y de dedo acusador.
¿Qué es lo que le depara el futuro a Zapatero? ¿Pasará a la Historia como un gran presidente, un buen presidente, o como un presidente nefasto que no supo sacar a España de la crisis? Todo esto se desvelará sin duda alguna en los próximos meses y años. Lo que sí parece estar claro es que la promesa que suponía Zapatero para muchos españoles ha ido poco a poco desvaneciéndose en el aire.
Me alegré también cuando ganó las elecciones, que ahora ya sé que las ganó porque el PP las quiso perder tras el atentado con sus acusaciones.
ResponderEliminarComo tú me alegré de ciertas leyes que se necesitaban en este pais
No obstante creo que desde hace tiempo ha perdido el Norte , a parte de ser un metiroso e hopócrita. Nos esá hipotecando.Ya no me creo nada de lo que dicen y si me permitís, hasta me acojonan un poco sus declaraciones, porque cuando dice que no subirá, lo hace, cuando comenta que vamos a salir, más metidos en la mierda estamos.
No estoy de acuerdo con las medidas que está tomando y ya va a la desesperada. La cuestión es.... cuánto nos va a costar todo esto???
A mí me costó el trabajo, acabar el paro y estar sin cobrar ni un duro durante algún mes. Afortunadamente tenía a mis padres y ninguna hipoteca que pagar... afortunadamente he encontrado un trabajo , eso sí, a 400 kilometros de mi casa, pero no me quejo.
Espero que podamos salir lo antes posible, por la cuenta que nos trae.... consideración?? por el momento, el peor presidente que hemos tenido... ahora bien, no deja de ser mi humilde opinión
Un saludo a todos
Mr. Mustard,
ResponderEliminarel Presidente Zapatero, como todos los Presidentes del mundo occidental, hace la política social que le dejan hacer los que verdaderamente mandan en el mundo (multinacionales de la farmacia, del armamento, etc). A pesar de lo dicho (66 años me contemplan) es el Presidente con las políticas sociales mas adelantadas que he conocido. Entre todos los españoles (los que estamos aquí y los que están fuera como Vd.) hay que ayudarle pues a pesar de sus errores (que los comete como todo el mundo) la alternativa ya sabemos cual es: Correa, Camps, Costa, el Bigotes, el Albondiguilla y demás paladines de la decencia.
Afectosos saludos, Cuore Matto